En la primera elección directa, sólo cinco cores que venían de la antigua composición lograron ser electos. Ahora, el escenario es distinto y el nivel de conocimiento también.
En 2013, en la primera elección directa de consejeros regionales (cores) sólo cinco de los representantes que formaban parte de la antigua composición de la instancia, cuando eran elegidos por los concejales electos, pudieron sacar cuentas alegres: Eduardo Muñoz (DC), Patricio Pinilla (DC), Juan López (PS), Mario Morales (PS) y Javier Ávila (RN).
Para muchos fue un sorpresa, pues a diferencia de lo que ocurría en otras regiones del país, el Consejo Regional (Core) del Bío Bío parecía estar mucho más involucrado en los temas ciudadanos. El resultado fue un duro portazo para la instancia política, la que no obstante debió comenzar a trabajar de otra manera.
Es por lo anterior, que el desafío de la actual composición será alto. Tanto, que algunos integrantes del cuerpo político reconocen que si no se alcanza la reelección de, al menos, el 50% de quienes forman parte del actual cuerpo político, sería un fracaso.
Conocimiento
Pero ya existen algunos datos que hacen pensar en que el escenario es muy distinto al de hace cuatro años. Sin ir más lejos, hace unos días, el centro de estudios Corbiobío dio a conocer una encuesta donde el 55,4% de los consultados dijo conocer las funciones de los cores.
Y aunque se trata de una cifra insuficiente, en su oportunidad el presidente de la instancia, Hugo Cautivo (PS), dijo que el porcentaje era positivo, pues en 2013 los porcentajes de conocimiento no superaban el 23%.
“El problema de los gobiernos sub nacionales a nivel mundial es cómo hacerse visible entre los recursos materiales y financieros del gobierno central y la cercanía en la ejecución de los proyectos de los gobiernos locales. La descentralización de Chile requiere gobiernos regionales fuertes y la pluralidad del proceso la garantizan los cores. Pasamos todo nuestro periodo esperando las leyes que fortalecieran nuestra labor. Esperemos que el próximo periodo se inicie con reglas claras y un presupuesto acorde”, dijo entonces Cautivo.
Solo la mitad
Consultados algunos representantes del Core, hubo coincidencias en el desafío que constituye esta elección para el cuerpo político. Sin embargo, también hubo declaraciones un poco más osadas.
“Yo creo que el desafío es que en la Región del Bío Bío, más allá de la nueva composición (considerando la nueva Región de Ñuble), se reelijan el 50% de los consejeros actuales. Eso sería un buen indicador. Sería nefasto que se eligiera un porcentaje tan nefasto como ocurrió en 2013”, manifestó el representante de la UDI, Luis Santibáñez.
El gremialista dijo que más que aumentar el conocimiento ciudadano sobre las funciones de los cores, los que existen son representantes más conocidos. “Yo creo que tener 28 consejeros es absolutamente desproporcionado, creo que el Core podría funcionar con la mitad de los actuales miembros y los resultados serían igual o mejores. Hay una sobrepoblación de autoridades políticas en la zona”.
Dijo, además, que otro desafío importante para el Core deber ser el nacimiento de eventuales candidatos a gobernadores regionales.
Por su parte, el socialista Dimitri Riquelme comentó que el desafío personal (y el de muchos de sus colegas) era ser reelecto, no por el trabajo de campaña en el cual se encuentra inmerso, sino por el trabajo realizado durante cuatro años.
“Yo creo que la ciudadanía es sabia y sabe quiénes estuvieron trabajando con las organizaciones. El que no hayan sido reelectos una cantidad importante de cores, la vez anterior, se debió a una desconexión con la ciudadanía, y eso ha cambiado”, manifestó.
De los actuales 28 cores, 16 fueron electos en 2013. El resto fue ingresando a medida que otros fueron renunciando para ser candidatos a alcalde y/o diputados. Cabe precisar que dos ex cores, electos en 2013, y que renunciaron para competir en las municipales, intentarán volver al cuerpo político: Jaime Vásquez y Eduardo Borgoño.