El próximo 4 de julio la ministra asistirá a la comisión de Hacienda para la tramitación de la Reforma, que cuenta hoy con suma urgencia.
Aunque, la jugada de los diputados Camila Vallejo y Giorgio Jackson fue calificada como brillante por representantes de la Confech, a nivel local hay desconfianza en cuanto a lo que vendrá. Sin un mecanismo de sustitución para el Crédito con Aval del Estado, CAE, lo siguiente puede ser “simplemente un cambio de acreedor”, dice Daniela Huerta, representante de los deudores de la Región del Bío Bío.
En la zona son 120 mil los endeudados por el CAE que esperan que en más breve plazo el Gobierno de a conocer la propuesta a partir de la que podría terminarse con la participación bancaria en el sistema de pago. “Porque hasta el momento estamos en las mismas. Quedó un vacío, no hay un mecanismo de reemplazo y lo que vemos es que fue una decisión a la rápida motivada por las elecciones”, reflexiona Huerta.
Desde la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, el presidente Rodrigo Castillo explica que se requiere garantizar que no se reemplace el CAE por una nueva vía de endeudamiento. “Estamos en alerta, porque no se puede hacer simplemente un traspaso de acreedor, ni seguir endeudando a los estudiantes, esperamos que se ponga término a la deuda educativa, porque la apuesta que hemos tenido como movimiento estudiantil es la condonación”.
La oposición del Gobierno a la “jugada” de los parlamentarios, en tanto, profundiza la sensación de desconfianza, en especial luego que anunciara el uso de la reserva de constitucionalidad frente a la indicación. “No sabemos qué va a a venir tampoco después que pase este período de elecciones, porque las propuestas de los candidatos tampoco hablan de gratuidad en la mayoría de los casos”, añade Huerta.
La coordinadora regional de la deuda educativa reafirma la intención de mantener la protesta, hasta que se aclaren aspectos que consideran fundamentales.
Castillo agrega que mantendrán las marchas y posición crítica en cuanto a la reforma de educación superior. Enfatiza que “si bien hay que estar contentos porque es bueno que se acabe el CAE, hay muchas cosas pendientes en las que no estamos de acuerdo, como la nueva ley de Universidades Estatales que es un retroceso en democracia y que presenta problemas para los trabajadores”.
Aumento CAE
De acuerdo a las estadísticas de la Comisión Ingresa, el número de solicitantes del CAEse ha incrementado, avanzando, tras la puesta en marcha de la gratuidad, hacia los sectores de mejores recursos.
El préstamo con garantía estatal continuó su escalada hacia los quintiles de mejores ingresos, “afianzándose como una alternativa de financiamiento para esos hogares”, señalan en Ingresa.
De los 89.785 estudiantes que obtuvieron el CAE en 2016, 15.766 pertenecían al quintil V, segmento que creció en un 23%, en relación al año anterior. En cambio, entre los nuevos beneficiarios de los quintiles I y II, se observa exactamente lo opuesto: el Crédito cayó en un 22% en las familias de mayores necesidades.
“Desde la primera asignación del CAE, en 2006, han sido 808.366 los estudiantes que han utilizado esta alternativa de financiamiento para costear total o parcialmente sus estudios. Casi 300 mil ya han terminado sus carreras; más de la mitad de ellos (54%), egresando de un Centro de Formación Técnica o Instituto Profesional. Y en su mayor parte (58,8%), son técnicos y profesionales que al solicitar el apoyo del Estado para sus estudios, pertenecían a las familias de menores ingresos (quintiles I y II)”, consigna Ingresa.