Polémica causó a nivel nacional la revelación de los consumos de telefonía de los diputados, así como la cantidad de líneas que asignan a sus colaboradores, que repercute en millonarios desembolsos mensuales y anuales que son cubiertos por el Fisco.
En total, los parlamentarios tienen 788 líneas telefónicas asignadas, donde Iván Fuentes, Karol Cariola, Cristina Girardi, Daniel Farcas y Gustavo Hasbún lideran con la mayor cantidad de aparatos asociados.
En el caso de Ñuble, quien tiene más teléfonos es Jorge Sabag (DC), quien tiene 12 aparatos con cargo estatal. También es quien más gasta, ya que entre 2015 a la fecha ha presentado cuentas telefónicas por $15.458.378.
Más atrás le sigue Loreto Carvajal (PPD), con 11 líneas asignadas en 2015 y 2016, las que bajaron a nueve este año. En total la parlamentaria presentó boletas por $7.147.104 en gasto telefónico.
En el caso de Carlos Abel Jarpa (PPD), es quien menos líneas posee, solo cuatro. Su gasto entre 2015 y 2017 fue de $6.551.430.
Y el desaforado diputado de RN Rosauro Martínez, pese a no asistir a la Cámara Baja, tiene asignadas siete líneas, con un costo total en el periodo de $5.229.981.
Un teléfono por secretario
Quien más gasta de los cuatro, Jorge Sabag, sostiene que “cada secretario mío tiene un teléfono celular, tengo teléfono fijo en las oficinas parlamentarias y modem, que son Internet móvil en las oficinas, esas son mis líneas. Como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores me tocó viajar a algunos países y ahí para poder tener roaming se paga aparte un valor. De hecho, acabo de ir a China con la presidenta Bachelet y tuve que pagar 130 mil pesos por concepto de unos cinco días fuera, para poder tener mensajes y conectividad”.
En tanto Loreto Carvajal, quien tiene actualmente nueve líneas, argumenta que “más allá de las líneas, tiene que ver con el uso. Creo que ahí debe estar centrada la discusión. Además, tengo una línea que yo denuncié, porque una funcionaria se fue y se llevó el teléfono”.
Por su parte Carlos Abel Jarpa, recalca que “el año pasado debí viajar al extranjero y el roaming en ese viaje me gastó un millón de pesos. Este año me tocó cambio de equipo, se hace cada dos años. Lo que encarece es el cambio de equipo y el roaming”. (Carolina Fuentealba)