Quien fuera parlamentario de la Novena Región estuvo en Concepción y manifestó su preocupación por la forma en que hoy se hace política, incluyendo, a los presidenciables.

Ángel Rogel Álvarez
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El abogado y ex diputado, Eduardo Saffirio, estuvo en Concepción para participar del lanzamiento de la "Academia Regional de Formación Política" organizada por la Democracia Cristiana (DC) y, en la oportunidad, realizó un crítico y duro diagnóstico de la política actual y, por cierto, de ciertas actuaciones de su partido y camaradas.

Metafóricamente hablando, no dejó títere con cabeza, pero igual destacó el camino emprendido por la colectividad, luego que la Junta Nacional decidiera llevar como carta presidencial en primera vuelta a la senadora, Carolina Goic.

Saffirio reconoció ante la audiencia que se refichará en el partido, tras la definición de la instancia partidaria, porque prefería perder que colocarse al lado de "pungas" como "(Patricio) Tombolini, (Álvaro) Elizalde y (Guido) Girardi".

Dijo, además, que la política actual estaba de llena de clichés, que le preocupaba el menosprecio de la juventud al sistema político actual, que la DC estaba estatizada (en alusión a los muchos militantes que sólo han trabajado en puestos del Estado) y, en una declaración que sacó aplausos, sostuvo que hacer política era mucho más que "pasar la máquina a los camaradas en instancias partidarias".

El también consejero del Instituto de Derechos Humanos repasó con Diario Concepción algunos de los conceptos e ideas expuestas en la cita partidaria.

– Usted dijo que estábamos viviendo la política la demagogia y que le preocupaba que ciertos sectores desconocieran la representatividad, el Congreso y a los partidos políticos.

– Creo que en Chile hay un riesgo que estos estilos populistas que están apareciendo embrionariamente puedan prosperar. Te voy a dar algunos ejemplo concretos. En Chile no se pueden bajar los impuestos a las utilidades de las grandes empresas (como lo ha propuesto Sebastián Piñera). Eso no es responsable frente a un horizonte de mucha estrechez fiscal y que puede significar un déficit creciente de las finanzas públicas. No puede haber demagogia en un tema tan sensible como son las pensiones de nuestros viejos, que son miserables, sin perjuicio que el debate de fondo implica un horizonte de 50 años. También hay demagogia cuando no se habla de determinado temas.

– ¿Por ejemplo?

– Hemos puesto a mucha gente en cargos donde no dan el ancho y no sólo en este gobierno, sino en otros, incluyendo el del ex presidente Piñera. Gente que fracasó a la hora de hacer gestión. Por ejemplo, en que tenemos un problema severo en gestión de salud. Por ejemplo, que tenemos que tener tolerancia cero con los abusadores y los corruptos del sistema político. No tocar esos temas, que hacen que la gente se aleje de la política, en mi opinión, también es demagogia.

– Usted, reconoció que no se había refichado aún.

– Sí, y lo voy a hacer, porque creo que la Junta Nacional tomó el camino correcto, dar una señal más allá del cálculo, más allá de ganar o perder, en el sentido, de que queremos hacer una política distinta, de ideas, proyectos y servicio, sobre todo, para la gente más débil de este país. Creo que lo que hizo el partido fue dejar de lado la calculadora y empezar a transitar en el camino largo de la recuperación de confianza. Yo en ese partido, más allá de los resultados, estoy dispuesto a militar. En el partido del reparto y de la prebenda no me interesa.

– ¿Cree, entonces, que con esto empieza a cambiar el partido que usted denominó estatizado?

– Bueno, yo entiendo que el riesgo que está tomando la DC, de construir otra alianza de centro izquierda con otras prácticas, con otras ideas y programas que hoy día no existen… seamos francos, porque no existen ni en la izquierda ni en la derecha, es justamente volcarse a la ciudadanía, a la gente que ha dejado de votar, a la gente que está desorganizado e indignada. No es algo que vamos a resolver de aquí a noviembre, pero hay que dar señales de que queremos salirnos de esta política que está en crisis.

– Dijo, además, que no tenía problemas en perder, con tal de no estar al lado de una serie de personeros políticos. No obstante, pensando en una segunda vuelta, igual va tener que estar junto a ellos.

– Bueno, yo lo que espero es que este proceso, que no es fácil, pues hay gente que no se convence aún de dar este giro a la sociedad y terminar con esta obsesión de estar siempre dependiendo del Estado, también es un proceso compartido. Yo conozco mucha gente decente en el PS, el PPD, el PC y el PR. Yo espero que a través del testimonio que estamos dando, por reconstruir una alianza de centro izquierda 2.0, sin este lenguaje matonesco, donde se habla solo de cupos y no de cupos, también venga una reacción fuerte de esos partido. Yo quedé muy golpeado con lo que le pasó al ex presidente Lagos. Yo no soy "laguista", pero que no haya tenido el respaldo que se merecía dentro de determinados partidos. Lo vi como una notificación obscena de que aquí no se reconoce el mérito del servicio al país. Es un mala noticia porque significa que seguimos privilegiando las encuestas, por sobre los testimonios. Estamos enfermo de encuestitis.