Critica que se restaron aspectos que podrían haber impactado positivamente en la educación técnica profesional. 
 

Tania Merino Macchiavello
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Como en la ley de Inclusión no fue el proyecto que salió del Parlamento, sino los reglamentos que se anexaron a él posteriormente los que provocaron mayor controversia, en la ley de Educación Superior existe el riego de que pudiera ocurrir algo parecido, asegura el rector del DuocUC, Ricardo Paredes.

"Nadie tenía en mente que algunos colegios buenos cerraran, pero son cosas que ocurren cuando se hacen las cosas sin demasiada prolijidad", asegura.

Paredes anticipa que esta conducta de apresurar la discusión y dejar aspectos pendientes, podría ser riesgosa y llevar a usar el mismo mecanismo de reglamentación que se utilizó a nivel escolar.

"Un reglamento se aprueba sin discusión, y si bien tiene que ir en concordancia con la ley, no puede ser contradictorio, muchas veces es ahí donde está la letra chica, donde se interpreta mal, ahí es donde veo un riesgo, que se norme por reglamento y que sea muy nefasto", advierte. 

– ¿Cómo afecta particularmente este recorte de la reforma a la Educación Superior técnico profesional, Estp?

– Lo que veo es una tendencia a los nichos, partiendo por el Cruch, por supuesto, pero ahora se suman las universidades estatales que van a tener un tratamiento distinto.

Por lo menos desde el Duoc lo vemos súper claro, nosotros no queremos ser universidad, no es nuestro rol, es un camino diferente, pero el problema de la defensa corporativa y de los nichos que se ha dado es que muchos institutos sí quieren serlo, entonces las universidades ven un peligro.

En planteles estatales la cantidad de alumnos que sigue carreras técnicas supera el 30%, pero la carrera técnica no está acreditada. Entonces se ve que hay criterios que están mal pensados, en que en algún momento alguien creyó que la universidad era más potente y que no eran cosas distintas, sino que uno era un eslabón más bajo, y eso es un súper error.

Aquí lo que hay es una buena oportunidad para integrar al sector técnico profesional con el universitario.

– ¿Cómo así?

– Hay carreras, la educación de competencias propia del sector técnico, que no tienen nada que ver con la formación de docencia de las Ues, pero que sí pueden complementarse. Un ejemplo claro es lo que ocurre en salud, pero si se hace una ley universitaria para después hacer una técnico profesional van a quedar disociadas.

Otra clase de investigación

Un aspecto que preocupa a Paredes es el recorte de fondos concursables para innovación y el desarrollo, que abría las posibilidades de participación al sector técnico.

"Aquí no existe la investigación propiamente científica y creo que es poco probable que se desarrolle".

Sin embargo, alude a una forma distinta de investigación aplicada, propia del sector, a través de consultorías, o de situaciones frecuentes como la adecuación de sistemas de riego, o de sensores, etc. "Esa investigación que es menor, que no da para un paper muy interesante, pero tal vez sí para la revista del Campo y que es muy práctica, es la que queremos hacer. Sentimos que hay un espacio, pero eso la indicación sustitutiva lo deja fuera".

Gratuidad

En materia de financiamiento, de los $84 mil millones que recibirá el sector técnico por concepto de gratuidad para la matrícula 2017, $36 mil millones están destinados a Duoc.

– ¿Cómo se ajustan estos recursos al quehacer de Duoc?

– A diferencia de lo que ocurre en las universidades, el aporte por gratuidad sustituye exactamente al que hacían los alumnos. O sea, no hay un déficit ni un exceso, por lo tanto, nos permite hacer lo que estamos haciendo.

Tenemos un excedente de recursos que usamos completamente para lo que se llama depreciación, para reponer los costos de material de los talleres y eso sirve para eso y para una expansión pequeña, pero no da para un salto importante que creo que el sector profesional realmente merece, sobre todo en investigación.

– ¿Ha habido poca profundización en lo que son las necesidades reales del mundo técnico profesional?

– Creo que sí, históricamente la habido y hoy día permanece. Cuando uno escucha a autoridades y a gente importante diciendo que aquí debiera haber universidades que investigan y las que no lo hacen transformarse en institutos profesionales, quiere decir que esa autoridad no entiende la diferencia entre la enseñanza universitaria y técnico profesional. No es una escala de calidad, son sectores distintos. 

– Por último, la discusión del momento: el CAE ¿se debe condonar la deuda?

– Entiendo que haya una transición y las generaciones pasadas se les trate de dar condiciones similares a las de las nueva, se haga un esfuerzo, pero eso no tiene nada que ver con condonación. Dadas las restricciones que no son momentáneas, sino que las vamos a tener por muchos años, la gratuidad no es posible y vamos a tener un tema de crédito que debe ser pagado por quienes adquieran el compromiso.