Al cumplir tres años de administración regional, la autoridad conversó sobre el trabajo realizado en Bío Bío, muchas veces no valorado. Cree que la final del período se reconocerán, por ejemplo, el fortalecimiento del Gran Concepción como lugar turístico y no solo industrial y de servicio.
Al cumplir tres años de administración regional, la autoridad conversó sobre el trabajo realizado en Bío Bío, muchas veces no valorado. Cree que la final del período se reconocerán, por ejemplo, el fortalecimiento del Gran Concepción como lugar turístico y no solo industrial y de servicio.
Ángel Alexis Rogel Álvarez
angel.rogel@diarioconcepcion.cl
El intendente del Bío Bío, Rodrigo Díaz, tras casi dos horas y 15 minutos de estar de pie y exponer en su Cuenta Pública el trabajo que su administración ha realizado en tres años de trabajo, ante un concurrida audiencia (autoridades e invitados especiales, principalmente), reconoce estar cansado. "Y hablé 40 minutos menos que el año pasado", dice sonriendo.
No obstante, sigue "al pie del cañón", porque sabe que su labor es importante, aunque no siempre reconocida.
Lo anterior, se ve reflejado en el alto porcentaje de cumplimiento de promesas de la Presidenta Michelle Bachelet, según un estudio de la Fundación Ciudadano Inteligente (el 48% en su tercer año de Gobierno), pero que no se refleja en los niveles de adhesión que alcanza la Jefa de Estado en los sondeos de opinión.
Sabe que, no obstante, algunos logros alcanzados en materia de infraestructura, ejecución presupuestaria, y fortalecimiento del turismo y la cultura, las personas suelen quedarse con lo negativo, como los proyectos hospitalarios que sufrieron un revés en su concreción, como el de Chillán o la tercera etapa del Higueras, en Talcahuano.
"Muchas veces he escuchado que probablemente Jaime Tohá es el mejor intendente que hemos tenido desde el retorno a la democracia y estoy de acuerdo con ello. También se dice que desde entonces no hemos tenido un nivel de mirar al futuro, por distintas razones. Pero siempre he pensado que parte de lo que se pierde no se puede culpar a don Jaime, somos los otros actores que somos parte de la vida social los llamados a no solo ver la historia desde nuestra trinchera, sino a que seguir la cooperación, porque las personas somos transitorias", sostuvo.
Centrarse en las personas
Díaz asegura no ser un revolucionario ("nunca lo he sido") y precisa que se siente más cómodo con el concepto "reformista".
"Creo que paso a paso uno puede ir construyendo condiciones para que la sociedad ser más ciudadanos y menos consumidores. Creo que en la medida que tengamos más lugares donde se ponga a disposición, abierto de los ciudadanos, los bienes que son crea-acción del intelecto penquista, vamos a ser mejores", comentó.
Lo anterior, aseguró, explica la importancia de la industrias creativas, la consolidación de un festival como REC y el énfasis que se ha puesto a Concepción como una ciudad turísticas, y que no sea sólo industrial o de servicio. Y aunque reconoció que muchas veces algunos no logran palpar la importancia de aquello, espera que los ciudadanos sí lo entiendan.
"En una de mis primeras entrevistas radiales se me dijo que esta se le conocía como la región del Lío Lío y yo respondí que me rehusaba que esta región que es tan maravillosa, que tiene un nivel intelectual superior a otras regiones, que tiene todas las especialidades médicas, que tiene el hospital más grande de Chile y muchas otras cosas buenas, caigamos en el error de deducir que es una región de problemas. Tenemos un problema mayor, como la parábola de los talentos, como podemos más, tenemos que exigirnos más", manifestó.
– El estudio de Ciudadano Inteligente, respecto a la administración Michelle Bachelet, no se ve reflejado en los sondeos de opinión. ¿Qué se puede hacer entonces?
– La primera reunión, antes de asumir el cargo, con la Presidenta Bachelet fue enfática al manifestar que debíamos gobernar cumpliendo lo prometido. Que había que sembrar políticamente, a futuro, honrando la palabra y manifiesta abiertamente cuando algo no se podía cumplir. Creo que hoy decir la verdad es un herramienta de acción política, reconocer errores también. Es positivo haber terminado con el sistema binominal y dar oxígeno a la político dando la posibilidad a las mujeres de ser candidatas, hasta en un 40% de las listas. Años atrás nuestra sociedad no tuvo el coraje para reconocer que los partido políticos no podían seguir financiándose de mala forma, hoy vemos las consecuencias. Bueno, si no valoran hoy, lo siento mucho, porque la Presidenta Bachelet renunció a un estándar privilegiado para venir al país y tratar de generar algunos cambios. Ha sido un alto precio, y mi respeto y admiración por ella, no porque sea mi jefa, sino por lo que he visto que ha hecho en este período.
– Usted cuando asumió dijo que quería ser el último intendente designado. ¿Le gustaría ser el primer intendente electo?
– Eso no está en mis manos, eso está en manos del Parlamento. Espero que se apruebe la elección de gobernadores regionales, creo que sería bueno para tener políticas que quien las implemente las pueda desarrollar a lo largo del tiempo para que no tengamos estas oscilaciones, con esta tendencia que al depender del gobierno central, los intendentes duran en promedio un año ocho meses. En el gobierno anterior hubo dos intendentes, en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet hubo tres intendentes. Eso no es bueno. Sí es bueno que haya un mayor traspaso de competencias. Ahora, a mí me gustaría cumplir con ello, y ser el último intendente designado por la Presidenta.
– Y que se mencione su nombre a una eventual elección de gobernadores regionales , ¿a qué se debe? ¿Hay ganas y, a lo mejor, se puede expresar abiertamente?
– La verdad es que no he escuchado nada, he visto otros nombres que se han mencionado y me alegra mucho que hay personas dispuestos a ser parte de la acción política. Yo, por el momento, soy intendente de la Presidenta Bachelet y es un gran honor y una tremenda responsabilidad. Todos mis sentidos tienen que estar enfocados en esa tarea.
– En su calidad de militante, ¿Cómo observa el proceso de refichaje, porque las dificultades reflejan el descontento, no sólo ciudadano, sino también de los militantes de los partidos?
– Yo creo que los partido tuvieron una cantidad importante de militantes hace muchos años atrás. Pero si uno observa que las votaciones de los partidos, las participación era menor a los 20 mil militantes, por tanto, haber establecido un límite y sincerar los padrones es una decisión muy seria. Si íbamos a financiar la política, pensando en los 100 militantes, cuando en promedio se han refichado 17 mil, habríamos despilfarrado dinero. No obstante, hay que invertir en el político, porque es un bien público. Pero hay que invertir lo que es justo. Los partidos tendrán que entender que no todo Chile es el partido en el cual se milita. Hay mucha gente que está fuera de los partidos, por tanto, más que a la clientela interna hay que hablarle a la sociedad.