Luego que el Servel accediera al refichaje electrónico, solicitado por las colectividades, el analista dijo que éstas eran incapaces de hacer un mea culpa y calificó el hecho de vergonzoso.

Ángel Alexis Rogel Álvarez
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No es que esté enojado, pero al menos, al otro lado de la línea, Felipe Vergara, académico, analista político y militante de Ciudadanos, se escucha molesto.

Está molesto por las facilidades que el Servicio Electoral (Servel) ha decidido entregar a los partidos tradicionales para cumplir con su meta de reinscripción de militantes, la que hasta hace unos días se veía bastante compleja, pese a que sólo se les pedía un refichaje de 18 mil militantes. Una cifra ínfima si se considera que muchos de ellos aseguraban contar con un padrón que superaba los 80 mil militantes.

En efecto, según cifras del Servel, en todo Chile, los partidos tradicionales contaban con 118 mil 883 militantes, en la caso del Partido Socialista (el que tenía más), hasta otros como la UDI con 77 mil 697. 

Felipe Vergara habló desde su doble rol, como académico y como militante de un partido naciente: Ciudadanos. 

Desde su rol de analista dijo que los partidos políticos tradicionales, quienes "concurrieron" al Servel para mayores facilidades, siguen haciendo caso omiso a la ciudadanía, "adaptando las normas a su beneficio particular", y en su rol de militante, calificó como injusto que se siga privilegiando a un grupo por sobre otros que tienen una serie de barreras, los partidos emergentes.

"No es un misterio para nadie que había adulteración en las inscripciones. De hecho, nosotros conocemos casos de cerca, como el que le ocurrió a una persona que quiso firmar por Ciudadanos y no lo pudo hacer porque figuraba en el Servel como militante de la DC. Lo más raro, es que aparecía inscrito en 1991, cuando se encontraba fuera del país", contó.

En base a lo anterior, y considerando la nueva ley de partidos políticos, explicó, lo que se buscaba era mayor transparencia. De hecho, se solicitaba la presencia del militante, quien debía ratificar su intención de seguir siendo parte del partido en presencia de un ministro de fe. No obstante con el cambio, ahora basta conque el militante envíe una correo electrónico con su carnet escaneado, un hecho que Vergara califica de "vergonzoso".

"Se trata de un proceso mucho más simple que el de los partidos nuevos. Nosotros tenemos que juntar la misma cantidad de firmas, pero ante notario, en presencia de él, incluso. Y nos ha costado una barbaridad. Son las barreras de entrada que ponen los partidos tradicionales a los partidos en formación lo que, en mi opinión, genera un duopolio de las actuales agrupaciones de partidos", comentó.

Vergara dijo que lo que molestaba, además, es que la mayoría de los partidos tradicionales pasó por procesos de elección interna, donde tuvieron la oportunidad de refichar a sus militantes y aún así han sido incapaces de lograr la meta impuesta.

"Molesta a los partido políticos emergentes, porque a nosotros no se nos ha ayudado, al contrario. En otros países no hay temor a los partidos políticos nuevos, les da lo mismo, pero con el nivel de popularidad que tienen hoy los partidos tradicionales, cualquier partido nuevo que llegue a surgir es una amenaza respecto de cupo parlamentario o de alcalde o de core, y eso es una vergüenza", sostuvo.

El analista, sin pelos en la lengua, calificó de "caras de raja" (sic) a los partidos que deben refichar a sus militantes, porque "aprovechando la coyuntura del incendio lo tiran de manera soterrada, como para que pase totalmente desapercibido. Y pasa desapercibido por la ciudadanía y los partidos tradicionales no son capaces de hacer un mea culpa y reconocer que la gente no quiere fichar por ellos porque no lo representan en lo más mínimo".

Dijo que en los últimos meses, con las elecciones internas, ha quedado demostrado que los partidos políticos no cuentan con más de 5 mil ó 6 mil militantes activos, "y ellos no simbolizan, en lo más mínimo, la representatividad que hoy tienen en el Parlamento o en los mismos estamentos de elección popular".

El académico y militante de Ciudadanos, dijo que con esta "ayuda" del Servel las posibilidades de que los partidos tradicionales no logren la meta, se reducen de forma drástica.

"Nosotros mismos hemos echo levantamientos de cuánto nos demoraríamos en constituir el partido si tuviéramos inscripción electrónica y la verdad es que seríamos un partido nacional en tres meses, porque se simplifica todo. Distinto es convencer a la gente para que vaya a una notaria", manifestó el académico.