El dirigente estuvo en el lanzamiento nacional del nuevo conglomerado y señala cuáles son los desafíos más próximos, además de porqué el rechazo al PRO y el movimiento de Alejandro Navarro.
El dirigente estuvo en el lanzamiento nacional del nuevo conglomerado y señala cuáles son los desafíos más próximos, además de porqué el rechazo al PRO y el movimiento de Alejandro Navarro.
Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl
El pasado fin de semana el Frente Amplio puso su primera piedra en el camino por consituirse oficialmente como una alternativa política que haga peso a la Nueva Mayoría y Chile Vamos.
Pero el conglomerado a nivel interno también es diverso y el desafío que tienen es lograr agrupar un objetivo común, entre los distintos grupos que lo integran, donde algunos tienen reivindicaciones específicas.
El Partido Igualdad es uno de estos casos, cuyo origen es distinto, por ejemplo, al de Revolución Democrática, que nace del mundo universitario. Igualdad surge de las poblaciones y busca reforzar con esto el pacto que da sus primeros pasos.
Javier Sandoval, encargado de Relaciones Políticas del partido, responde a algunas claves que definirán el destino de este conglomerado.
– ¿Cómo ve Igualdad el inicio oficial del Frente Amplio?
– Es un hito para las organizaciones que componen este frente, de una mesa que se reunía a tratar de generar un piso de funcionamiento, se salta a propuestas de mediano plazo, de implementación de un proceso mayor y con participación de delegados de los distintos colectivos políticos nacionales que estuvimos, además, con una serie de invitados de organizaciones sociales, como coordinadoras ambientales, la Federación Nacional de Pobladores, por ejemplo. Muchas veces y porfiadamente todos los intentos que se hacían desde la izquierda y en contra del modelo neoliberal, se diluían, se dispersaban o entraban en confrontación interna. Acá se entiende que la prueba de fuego es la coyuntura electoral, hay que hacerla bien, pero la preocupación es que de esto emerja una coalición que sea una alternativa permanente.
– ¿Qué cambió para que se diera esto?
– La dispersión que tiene la sociedad chilena producto del modelo y la estratificación social que instauró la dictadura y se siguió concretando en estos años, hace difícil que la organización de movimientos sociales logren conectarse con otras. En nuestro caso, los esfuerzos de Igualdad fueron tanto sociales como políticos, tratando romper esa barrera, pero acotado a ciertos segmentos, como el tema de los pobladores. Lo mismo pasa con otros grupos del Frente Amplio, por ejemplo, Izquierda Autónoma, es una experiencia que viene de intentos noventeros, pero que no había logrado salir del nicho de profesionales o estudiantes. El Partido Ecologista, si bien tiene un eje programático determinante para salir del neoliberalismo, lo que reflejan tiene que ver con otro sector de la sociedad. Esperamos que el Frente Amplio se convierta en un polo antineoliberal donde empiezan a dialogar políticamente todas estas experiencias fragmentarias que todos nosotros no hemos podido superar por sí solos.
– En Igualdad vivieron un quiebre, representado en la salida de Roxana Miranda ¿Cómo se rearman?
– Después de esa dolorosa ruptura y alejamiento de parte de nuestras organizaciones populares, los deudores habitacionales a los que yo también pertenecía, logramos que el partido no se desestructurara y que empezara a crecer. El partido ha logrado reconstruirse incluso en el mundo poblacional, nos hemos ido vinculando con luchas ambientales y hemos aprendido de las distintas caídas o errores, en el sentido de prepararnos mejor y generar equipos que se anticipen a estos problemas.
– Es clave también el hecho de haber dejado fuera al PRO y País, pero se relacionan con el Partido Liberal, pese a tener fundamentos ideológicos distintos.
– Está por verse cómo los liberales terminan acoplándose a un Frente Amplio que aún está en proceso de constitución. Siento que ellos tienen un tremendo desafío, porque son la organización que podría decirse disonante dentro del frente. El frente es antineoliberal, entonces el Partido Liberal tiene que ver cómo suscribe a eso y si le acomoda o no, eso está en un proceso de decantación aún.
Para el PRO quedó cerrada la opción de integrarse desde el momento en que se vieron involucrados en casos de financiamiento irregular de la política. El Frente Amplio tiene que tener autonomía absoluta de los poderes económicos, cuando se trata de financistas ligados a la derecha pinochetista.
El caso de País es por elementos ideológicos y otros prácticos de la forma de hacer política. Ellos han actuado pésimo tanto en forma como en fondo. Son un partido que entró invitado por algunos a nivel nacional, pero acá en la región no, porque son un referente político que tiene su domicilio político en otra parte.
– Eso fue un golpe desde regiones a la organización nacional.
– Exacto. País llegó a una mesa nacional sin tener clarificada la situación acá, que es donde está su fuerza electoral. Sacaron declaraciones públicas como si fueran un referente del Frente Amplio, sin nutrirse de las otras fuerzas. Empezaron a hacer política por la prensa, con Gonzalo Martner y Alejandro Navarro a través de La Tercera. Ni siquiera perfilaban la construcción de un frente, sino que su candidatura presidencial cuando no existían criterios previos para enfrentar siquiera unas primarias.
Estamos en presencia de un movimiento que no es creíble, que funciona de manera oportunista acercándose y alejándose de la Nueva Mayoría para sobrevivir como fuerza y poder llegar a arreglos con la misma Nueva Mayoría.