El movimiento es parte del "frente amplio" que se organiza actualmente. Participaron por primera vez en elecciones el pasado 23 de octubre y destacan la experiencia.
El movimiento es parte del "frente amplio" que se organiza actualmente. Participaron por primera vez en elecciones el pasado 23 de octubre y destacan la experiencia.
Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl
Dentro del llamado frente amplio que comienza a organizarse, no sólo Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista, que tienen representación parlamentaria, buscan obtener espacios dentro de los espacios de representación política.
La Izquierda Libertaria, movimiento surgido del Frente de Estudiantes Libertarios, entraron en escena masivamente este año participando en las elecciones municipales. Si bien en la Región del Bío Bío no obtuvieron triunfos, no menosprecian la participación y empiezan a sacar sus conclusiones de cara a los procesos que vienen para 2017.
Óscar Menares es el secretario de Relaciones Políticas de Izquierda Libertaria y plantea que los movimientos emergentes de izquierda deben converger en una fuerza única.
– ¿Qué sacaron en limpio de la participación en las municipales?
– Fue una experiencia interesante y novedosa para nosotros como proyecto político. Llevamos más de 14 años en el sector laboral y estudiantil en la región y dimos cuenta como ese acumulado social se expresó en las urnas. Los resultados no nos dieron ciertos escaños, debido a que la izquierda fue fragmentada en distintas listas. Pero pretendemos proyectar esta fuerza con las demás organizaciones para 2017.
– Claudia Monje obtuvo una buena votación en Concepción. ¿Pretenden que sea candidata en 2017?
– Estamos evaluando cuáles son las distintas opciones que tenemos para el próximo año, no descartamos nada, pero queremos ser consecuentes con las apuestas municipales para prepararnos en los próximo años a disputar alcaldías como ocurrió en Valparaíso.
– Ustedes surgen principalmente del movimiento estudiantil pero también existen trabajos territoriales. ¿Dónde está el foco de ustedes?
– Para nosotros es importante comprender una realidad regional dinámica que está circunscrita a conflictos por el desarrollo de las características productivas de la región. En esa situación para nosotros es importante desarrollar la perspectiva de articulación del mundo del trabajo y al mismo tiempo fortalecer el desarrollo de corrientes sociales en las comunas sobre la base de demandas estructurales y que el modelo no da cuenta de ellas, como la lucha por un nuevo sistema de pensiones o una salud digna. Para nosotros es importante ligar los problemas nacionales con los territoriales.
– Para las listas de federaciones estudiantiles irán en conjunto con RD y los autonomistas. Ya sufrieron una derrota en la Ucsc donde ganó un militante del Partido Radical.
– Más que un triunfo del Partido Radical en la Ucsc hay un agotamiento de los ciclos de representación política al interior de las universidades por parte de una izquierda que ha hecho un esfuerzo por sostener las banderas históricas del movimiento estudiantil. Eso tiene un costo en los espacios internos, a raíz de que el enfoque de las demandas nacionales pueden significar la pérdida del foco en las demandas locales. Sin perjuicio de eso hay que aprender de los reveses.
– En la conformación del Frente Amplio ustedes han hecho gestos. ¿Qué esperan de vuelta?
– Esperamos seguir en la senda de un diálogo estratégico que permita construir una fuerza de cambios y eso para nosotros tiene plazos. Enfrentamos una coyuntura muy importante, no sólo está el desafío de construir un frente lo más amplio posible, sino que esta fuerza puedan constituirse en una sola expresión política que tome los aportes históricos de cada uno de los grupos pero que le den proyección. Esperamos que esto sea bien atesorado.
– En 2017 hay elecciones ¿Cuál sería un escenario exitoso para ustedes?
– Se caracteriza en dos líneas. Primero, que las fuerzas crezcan en el desarrollo de su política unitaria de izquierda, lo que implica entender el proceso electoral como algo colaborativo y generoso. Por otra parte, es importante medir eso en resultados, por eso las apuestas tienen que ser competitivas, que permitan abrir una brecha en la representación institucional que identifiquen los intereses de clases que no se ven en el escenario actual.