El dirigente del PR comenta el buen pie en que quedaron tras los resultados de las elecciones municipales, lo que los tiene confiados en alcanzar la presidencia.
 

Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl

En las elecciones primarias de la Nueva Mayoría que ganó Michelle Bachelet en 2013, el Partido Radical postuló a José Antonio Gómez. La actual Presidenta, militante socialista, sobrepasó ampliamente en las votaciones. 

El último mandatario radical fue Gabriel González Videla en 1952, desde entonces, el protagonismo en La Moneda del PR no ha sido mayor. Pero hoy el ánimo es distinto, tienen al senador Alejandro Guillier compitiendo en las encuestas con el ex presidente Ricardo Lagos, lo que los tiene motivados. Pero esto es parte de un trabajo interno que buscó mayor posicionamiento, lo que lograron aumentando sus cargos en las municipales y buscan aumentar en las elecciones de 2017. 

Osvaldo Correa, secretario general del PR, asegura que este es un momento histórico para el partido.

– ¿Cuándo parte la reconstrucción del Partido Radical?

– Esto se inicia en junio de 2014, con la asunción de la nueva directiva nacional y las regionales, donde asumimos el compromiso de generar un crecimiento sostenido del partido de manera planificada y causal. Partimos con la municipal y generamos un trabajo de coordinación con regiones para generar nuestra votación, esto se vio complementado con la negociación municipal donde decidimos liderar una tercera lista en la Nueva Mayoría que nos permitiera asumir el rol de cabeza del proceso, junto con la Izquierda Ciudadana y el MAS. Levantamos cerca de 1300 candidaturas en el país, lo que se ve coronado con la irrupción del senador Alejandro Guillier, quien asumió como rostro de campaña del PR y hoy es reconocido por la ciudadanía y el PR obtuvo un 7,5% de los votos, teniendo en 2012 un 5,7%. 

– ¿Hubo un análisis de la historia del PR desde el retorno de la democracia hasta ahora?

– Este es un trabajo colectivo, si bien ha sido liderado por una directiva nacional, ha tenido eco en las regiones. Efectivamente, es un proceso histórico, la última vez que el PR obtuvo más del 7% de la votación municipal fue en 1971, incluso algunos sostienen que es importante yendo más allá del retorno a la democracia. Somos testigos de un proceso de renovación del radicalismo, lo que nos hace ponernos más obligaciones, porque no es sólo conducir un partido, sino que hoy tenemos mayor nivel de exposición y nos interesa ser constantes en este crecimiento. Tenemos el desafío que son las parlamentarias, las elecciones de cores y un precandidato presidencial que nos deja en una situación expectante frente al país.

– ¿Se sentían cómodos con el programa de gobierno inicial de Bachelet?

– Si analizas el programa de la Presidenta Bachelet, muchas cosas que se manifiestan estaban en la propuesta de José Antonio Gómez en la primaria. No nos resulta ajeno el programa de la Presidenta, al contrario, tampoco nos sentimos en una posición decorativa, nos sentimos involucrados, pero no sólo con este gobierno, sino que con la proyección de la Nueva Mayoría y continuar avanzando en las reformas, mejorándolas obviamente. Más que del presente nos interesa hablar del futuro.

– Tuvieron un roce con el Ejecutivo por los guiños de algunos ministros a Ricardo Lagos, pero también está pendiente ver la cohesión en un futuro programa de gobierno ¿Se definirán parámetros sobre esto?

– Cuando hicimos esa crítica al Gobierno fue porque nos sentimos obligados moralmente con este gobierno y tenemos la convicción de que cuando tenemos una lealtad, también tenemos la obligación de manifestar lo que no está bien y hay que mejorar, por eso manifestamos nuestra aprehensiones respecto de cómo se relacionaba el Gobierno con la coalición, pero también señalamos que era importante mejorar las coordinaciones y, ciertamente, nos preocupaban estas señales que venían del Gobierno que daban cuenta de alguna intención de apoyo a determinadas candidaturas dentro de la Nueva Mayoría, porque el gobierno tiene la obligación de proteger los liderazgos internos y proyectar la coalición.

– ¿Pero ve posibles discrepancias sobre un futuro programa?

– Obviamente habrán, pero el gran mérito que tuvo la Concertación y que hoy ha tenido la Nueva Mayoría es que en esta amplia diversidad nos hemos podido poner de acuerdo, porque cuando lo importante son los intereses superiores de Chile, tiene que abandonar aquellos temas que son de identidades parciales. En este proceso deberían haber dos elementos, definir a través de primarias quién será el candidato de la Nueva Mayoría y no por acuerdos, lo segundo, es avanzar en la construcción de un programa, que cada partido haga su apuesta y sentarnos a conversar para hacer una propia, privilegiando aquellas que nos van a representar a todos.

– Sebastián Piñera dijo que inició la campaña sucia. ¿Creen que hay campaña sucia contra Guillier?

– No me atrevería a hablar de campaña del terror, pero ha habido una especie de cuestionamiento público mayor a la candidatura del senador Guillier, pero entendemos que esto tiene que ver con la alta adhesión ciudadana que ha podido recoger el senador. Si analizas la Lista G, donde estaba el Partido Radical, llegamos cerca del 10% de los votos, eso no lo vamos a celebrar porque nos preocupa la gente que se abstiene, pero es un síntoma. Lo que quiere la gente hoy es una nueva forma de hacer política.