Hace unos días estuvo en la Universidad de Concepción y aprovechó la oportunidad para hablar de otras aristas en un derecho "universal" y que no pertenece a ninguna corriente partidista, dijo.
Hace unos días estuvo en la Universidad de Concepción y aprovechó la oportunidad para hablar de otras aristas en un derecho "universal" y que no pertenece a ninguna corriente partidista, dijo.
Ángel Alexis Rogel Álvarez
angel.rogel@diarioconcepcion.cl
"Es un gran desafío ser el director del instituto, sobre todo, considerando que es una institución muy joven. Es una organización estatal que lleva seis años de existencia, por tanto, queda mucho por hacer, por proteger y promover los Derechos Humanos en Chile".
Así resumió, Branislav Marelic, su breve experiencia (hasta ahora) como director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh).
Asumió en el cargo el pasado 2 de agosto, y tal como lo manifestó, hay tareas pendientes. Partiendo por la creencia de que hablar de Derechos Humanos es aludir a un discurso de sectores ligados a la izquierda. En ese sentido, Marelic es categórico.
"Los Derechos Humanos son universales. No tienen color político. Uno de los grandes desafíos que tiene mi mandato, que dura tres años, es difundir la visión correcta de los Derechos Humanos, la única que existe, que no tiene color político", manifestó.
– Usted manifiesta "que queda mucho por hacer". Además de lo manifestado, ¿cuáles son esas tareas pendientes?
– Hay muchos temas, por ejemplo, en materia de cárceles. Incluso, el Instituto se está metiendo incipientemente en temas medioambientales. Tenemos problemas de regulación en materia de libertad de expresión, manifestaciones públicas, derecho a la educación. Se está discutiendo reforma al sistema de AFP y ahí también hay una visión de Derechos Humanos que puede ser importante aportar.
– ¿Si? ¿Cómo?
– Lo que pasa es que cuando hablamos de AFP, hablamos en el fondo de seguridad social. Ahí también hay un componente de Derechos Humanos. Todas las decisiones o posturas del Instituto se toman en un consejo, y él está reflexionando respecto de este tema. También tenemos temas pendientes en materia de infancia.
– ¿Respecto a la AFP el Indh puede entregar una opinión, considerando que el Gobierno tiene una postura al respecto?
– Es que nuestra visión es desde los Derechos Humanos, y ella es muy distinta a las visiones técnicas o políticas que existen. En materia de seguridad social, ello está consagrado en un tratado internacional y existen órganos de Naciones Unidas que han monitoreado y recomendado en esta materia.
– Desde ese punto de vista, ¿en qué pie está Chile?
– Pasa que en materia de seguridad social uno tiene que pensar si las prestaciones del Estado, las jubilaciones que reciben las personas, son suficientes para tener una vida digna. Ese es el enfoque que tiene que tener. Y, al parecer, el sistema necesita bastantes ajustes para lograr ese punto (…). Tener un estudio al respecto puede ser uno de los temas pendientes que tenemos como instituto. También hemos estado abordando las implicancias de los Tratados de Libre Comercio, a propósito del TTP. Son áreas altamente técnicas y políticas, pero también tienen un componente de Derechos Humanos.
– Usted dijo que "ojalá todos los penales fueran como Punta Peuco". ¿Cuál es su visión respecto del tema cárceles en Chile?
– Bueno, Punta Peuco es una cárcel, eso no está en discusión. Sí es diferente a las otras…
– ¿Con privilegios?
– No, yo diría que es mejor que otras. Claro, desde el punto de vista de la víctimas se ve como un privilegio y es una apreciación que puede ser compartida. Ahora, a diferencia de Punta Peuco, todas las otras cárceles tienen unas condiciones terribles. Las personas privadas de libertad diariamente su dignidad está vulnerada, por ejemplo, en sus posibilidades de reinserción. Ese es un problema grande. Ahora, si el cierre de Punta Peuco va a mejorar las condiciones carcelarias de todo el sistema, no sé. Lo que debería hacerse es meter más personas a Punta Peuco. Esa decisión es política.
– Cuando se habla de los problemas en las cárceles, solo se habla de hacinamiento. ¿No será un error?
– Nosotros tenemos informes anuales donde ponemos todos lo problemas en materia carcelaria sobre la mesa, y le hacemos recomendaciones al Estado sobre mejoras. Se necesitan muchas reformas, por ejemplo, jueces de ejecución de pena, porque hoy los Juzgados de Garantías ingresan a las personas a la cárcel, pero no hay tribunales especializados de seguimiento. Falta institucionalidad, entre otras cosas.