Pese a las responsabilidades que se intentan deslizar a Chile Vamos, el obstáculo está en el oficialismo, donde congresistas insisten en que debe haber mayor traspaso de competencias.
Pese a las responsabilidades que se intentan deslizar a Chile Vamos, el obstáculo está en el oficialismo, donde congresistas insisten en que debe haber mayor traspaso de competencias.
Las señales y declaraciones previas de los integrantes de la comisión de Gobierno Interior del Senado, vislumbraba un escenario no muy favorable para la aprobación de la Reforma Constitucional que establece la elección directa de los intendentes.
De hecho, en una entrevista concedida al canal CNN Chile, el senador de La Araucanía, Alberto Espina (RN), había calificado el proyecto como un "un fraude a la ciudadanía".
Además, durante los tradicionales almuerzos en el Senado, la jornada del martes, se adelantaba que si el proyecto pasaba a la sala, sería rechazado por congresistas del PS y PPD. Entre los últimos, está el representante de la Circunscripción Cordillera, Felipe Harboe, quien ha manifestado abiertamente su oposición a la iniciativa.
Así las cosas, y contra los pronósticos del Ejecutivo, que había redactado un protocolo de acuerdo para destrabar la iniciativa, en la comisión decidieron no pronunciarse y la votación del proyecto fue pospuesta.
"La derecha dilató la discusión, hasta que no se realizara la votación. Tengo una convicción profunda de que lo que busca la derecha, es ganar la presidencial y designar a los 16 intendentes de Chile", justificó el senador de País, Alejandro Navarro.
Consultado por las posturas diferentes al interior oficialismo, por la escasez de atribuciones que tendrán las autoridades, Navarro dijo que de todas maneras había que aprobar la iniciativa. "Hay un tema de diferencia políticas, soy partidario de elegir al intendente y, si en seis meses no existe delegación de facultades, bueno, se convocará a la gran marcha regionalista hacia La Moneda. Pero está claro que con intendentes electos vamos a tener una plataforma de lucha contra el centralismo", manifestó.
Desde la oposición la respuesta no se hizo esperar. La senadora de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que era un patudez echar la culpa al empedrado, y que si la iniciativa no alcanzaba quórum al interior de La Nueva Mayoría, era simplemente "porque era un proyecto muy malo".
"Me parece una burda jugada echarle la culpa a Chile Vamos. El Gobierno tiene la mayoría en el Congreso. No necesita de nuestros votos para sacar adelante el proyecto. Está pasando lo mismo que con los consejeros regionales que se avanzó en la elección, pero en descentralización, ni un sólo centímetro", dijo la senadora.
Opinión similar a la expresado por el senador Víctor Pérez, quien sostuvo que no se trata sólo de la oposición, "incluso los propios parlamentarios de la Nueva Mayoría están en contra de un proyecto que no le entrega poder a los intendentes, si hasta le están cambiando el nombre".
Pérez dijo que la ciudadanía espera autoridades empoderadas, y si el día de mañana un grupo de vecinos de barrio concurre a reunirse con el intendente para este le resuelva un problema, se va a encontrar con la sorpresa que siguen siendo las autoridades nacionales las que tienen las respuestas.
El diputado del Distrito 46, Manuel Monsalve (PS), dijo que de todas maneras era necesario avanzar en la Reforma Constitucional, y que había que entender que estos procesos no son de la noche a la mañana.
Lo más probable es que de vuelta de la semana distrital, el lunes 26 de septiembre, el tema se vuelva a poner en tabla y el Ejecutivo ponga discusión inmediata a la iniciativa, contó Monsalve.