La senadora vino a Concepción a capacitar candidatos, pero no pudo obviar el difícil escenario tras los resultados expresados por la última encuesta CEP.
La senadora vino a Concepción a capacitar candidatos, pero no pudo obviar el difícil escenario tras los resultados expresados por la última encuesta CEP.
Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl
La senadora Isabel Allende, presidenta del Partido Socialista, llegó a Concepción ayer sábado para capacitar a los candidatos a alcalde y concejal de la Región del Bío Bío. Todo esto en un ambiente marcado por los resultados de la última encuesta CEP que, en términos generales, representan una profunda crisis de la colectividad, el conglomerado y el Gobierno que lidera su militante Michelle Bachelet.
Preocupación es lo que siente Allende por los resultados de la CEP: "En general, refleja un estado de ánimo de cierto desaliento a nivel país, la gente se percibe a sí misma muy bien en su ámbito privado, pero percibe al país con cierto grado de estancamiento. Hay mucha desconfianza y lejanía con el mundo político y las instituciones. No hay ninguna valoración positiva que supere el 50%, eso me preocupa, pero tampoco tiene que llamarnos al derrotismo".
– La Presidenta es la peor evaluada de América Latina, tomando en cuenta que hay otros gobiernos de tinte progresista en el continente. ¿Cree usted que han hecho las cosas mal o al chileno no le gustan las reformas?
– No creo tanto lo segundo, sino que más bien es cómo se hacen. No sé si es la peor de América Latina, Dilma Rouseff llegó al 10%, pero ya no está de presidenta. Pero sin duda es una baja bastante dramática, nos afecta, pero estoy convencida que cuando a la gente se le pregunta, quieren un proceso de reformas. Probablemente los diseños, las medidas concretas, el que no tengan los beneficios de manera inmediata influya. Será después que muchos cambios que se están haciendo se perciban. Chile por desgracia está viviendo un ciclo de crecimiento menor y eso afecta los estados de ánimo de la gente.
– La Reforma Constitucional aparece como la penúltima prioridad para los chilenos. ¿Cree que se deba a cómo se ha llevado el proceso constituyente?
– Yo no creo que la gente no quiera cambiarla, si volvemos a medir de otras maneras estoy segura que la gente quiere un cambio. La prueba está en que tenemos más de 200 mil personas que han participado en el proceso. Sería muy distinto si se hubiera convocado a un grupo de expertos encerrados a decidir las bases de la nueva Constitución. Yo creo que la gente puede que aún no perciba lo que significa en su magnitud, pero hay una participación importante.
– La Nueva Mayoría tiene un 8% de apoyo ciudadano y Chile Vamos un 10%…
– Creo que nunca en Chile habíamos tenido en este momento un nivel más bajo de adhesión, estamos pasando por uno de los peores momentos de confianza, la gente es crítica. El atributo que más se busca hoy es la honestidad, yo no creo que la corrupción sea tan generalizada, pero sí acá ha habido malas prácticas y estamos legislando para evitar aquello. Tenemos que mostrar a la ciudadanía que somos capaces de corregir y que nunca más, por algo estamos dando financiamiento público a las campañas. Tenemos que saber comunicarlo y mostrarlo en los hecho.
– ¿Cree usted que ayuda a mejorar la confianza el haber cambiado al fiscal del caso Corpesca?
– Esa es una decisión del fiscal nacional, no me compete mayor comentario, excepto decir que los fiscales tienen que cumplir su rol, el que es investigar, tienen que tener todas las condiciones para llevar sus investigaciones hasta el final. Otra cosa que se les pide, que es también razonable, que sean prudentes, ha habido un cierto exceso de declaraciones por la prensa que no creo que sean sanos para lo que se está investigando. Lo que son planteamientos más generales sobre eventuales formalizaciones, creo que efectivamente puede ser algo no muy prudente.
– Volviendo al apoyo a las coaliciones, ¿la Nueva Mayoría puede seguir de la misma manera en términos de acción y organización?
– Estoy convencida que sí, tenemos que seguir trabajando, tenemos un compromiso que es un proyecto de varios cambios de fondo, el compromiso es al menos mientras dure este Gobierno, además algunos de nosotros estamos convencidos de la necesidad de proyectar la Nueva Mayoría, porque creemos que muchos de estos cambios van a tener efecto en la población a mediano y largo plazo.
– ¿El PS debería plantearse un liderazgo más importante hoy en el conglomerado?
– Nosotros somos leales a un compromiso y a un Gobierno, tenemos 82 años de historia y hay que tener lealtades y consecuencia. Nos comprometimos con el programa y la Presidenta, que es militante nuestra. El PS no va a dejar de ser parte de una Nueva Mayoría.
– En las presidenciales, ¿es Alejandro Guillier quién puede salvar a la Nueva Mayoría para un próximo gobierno?
– Yo no hablo de salvar, no creo en los salvadores, sino que en los liderazgos. Es un orgullo dentro de la escasez de liderazgos bien evaluados, que la figura mejor evaluada sea Guillier, es de la Nueva Mayoría, colega en el Senado. Creo que la gente lo percibe más como un hombre de las comunicaciones que como un político tradicional. Puedo decir que la evaluación positiva, después de un año y medio de yo estar a cargo de un partido no puede dejar de mencionarse, porque si mira a los líderes de partido están casi todos ocupando los últimos lugares. Para el PS es un orgullo estar ocupando ese lugar y yo siento gratitud.