Esta semana la aprobación de la Reforma cayó en 10 puntos, la mayor baja en dos años de discusión. Nadie está contento, dicen los rectores.
Esta semana la aprobación de la Reforma cayó en 10 puntos, la mayor baja en dos años de discusión. Nadie está contento, dicen los rectores.
Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl
Nunca antes la Reforma Educacional había tenido una caída tan abrupta como la que registró esta semana la encuesta de GFK Adimark con 10 puntos de descenso producto de la discusión sobre Educación Superior.
Ni siquiera en junio de 2015 cuando marcó su aprobación más baja, tras la salida de Nicolás Eyzaguirre de la cartera de Educación el panorama se veía tan oscuro. Basta analizar el gráfico para reconocer, no una curva, sino un ángulo entre las mediciones de mayo y junio de este año.
Tampoco en noviembre de 2014 cuando el ex titular fue interpelado en el Congreso para dar cuenta del estado de la Reforma y los profesores se retiraron de la mesa de trabajo en oposición a la negociación del presidente gremial Jaime Gajardo con el Ministerio, hubo un quiebre tan violento en la opinión pública.
Un escenario que reviste de complejidad lo que vendrá de aquí en adelante, con el proyecto ya ingresado, por lo que todas las expectativas están en el Parlamento.
Así lo expresó el rector de la Universidad Católica del Maule, Diego Durán, "se ve que es un proyecto, en el resultado final, muy unilateral. Se han tenido muchas reuniones, trabajado con muchos actores, pero muchos de ellos piensan que su voz no ha sido considerada. Por lo tanto, ahí hay una preocupación de cómo esto se va a convertir en una reforma que de cabida a todas las visiones. Esperemos que el Parlamento logre encontrar esta vía", expresó la autoridad.
Para el rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Christian Schmitz. "El tema de la Reforma Educacional se ha ideologizado excesivamente. Cuando el Gobierno proclama la necesidad de una mayor presencia y fortalecer las universidades estatales, no está considerando universidades de vocación pública que no son estatales y que, sin embargo, cumplen un rol importante en el panorama universitario nacional. Eso tiene que tener un costo político", manifestó la autoridad.
Desde el mundo estatal, el rector de la Universidad del Bío Bío, Héctor Gaete, en cambio, asume los vaivenes en las encuestas como algo natural. Agregó que situaciones similares vivieron antes articulados como el de la Reforma Tributaria y Laboral. "Es evidente que cuando pasamos muchos años con una cierta estabilidad de políticas públicas y de leyes esenciales, es natural que se nos mueva el piso a todos nosotros en el país, porque son realidades que se mantuvieron durante cuarenta años, pero estamos en otra época y necesitamos un país renovado con mayor cohesión y mejor calidad de vida", expresó.
Sin embargo, reconoce que existe una situación compleja. "Lo que estamos pidiendo, es que ojalá los líderes puedan tener en el Parlamento y, nosotros colaborar en aquello, la voluntad de mirar al país y el interés del país por sobre el interés legítimo, pero particular de algunos grupos incluidos el nuestro".
Y desde las universidades privadas, el vicerrector de la Universidad San Sebastián, Sergio Castro, matizó la mala evaluación destacando que difícilmente la encuesta logra dimensionar opiniones respecto del proyecto de ley, "sino las formas como el tema ha adquirido relevancia pública en cuanto a las movilizaciones de los estudiantes, que si bien son legítimas, se ha desvirtuado el espíritu de la manifestación con métodos y formas poco transparentes y democráticas de movilizarse, como son tomas de edificios, destrucción de bienes públicos, etc.", condenó.
El problema, sin embargo, es que no sólo la Reforma ha visto precipitarse su adhesión, sino también el Parlamento, en que los rectores depositan las esperanzas, ha retrocedido progresivamente en legitimidad. Así lo reconoce el diputado Manuel Monsalve: "Es evidente que a uno le gustaría que en una de las instituciones donde se discuten las políticas que afectan a todos los ciudadanos pudieran tramitar un proyecto de ley de esta naturaleza en una condición de mayor legitimidad, pero eso ya no va a ocurrir, creo que ya no se va a revertir".
Para Monsalve, las demandas de los distintos sectores son legítimas, pero "por ser un tema de alta complejidad cuesta explicar con nitidez cuáles son los cambios que se van a producir y que los ciudadanos puedan entender de manera clara y efectiva cuáles son los cambios que se van a producir. Yo espero que el debate que se va a ir produciendo permita ir recogiendo las expectativas de los distintos sectores", manifestó.
Enero el mejor mes
Pero si junio de 2016 fue el peor momento de la Reforma, vale la pena revisar: ¿cuáles fueron los mejores?
Enero de 2015: por primera vez en 6 meses, las reformas Educacional y Tributaria reciben más aprobación que desaprobación y el ministro Eyzaguirre deja de ser el peor evaluado.
En enero de 2016, la educación presenta el mayor crecimiento mensual, con un 41% de aprobación (+10 puntos). Aumento que, ocurre luego que se seleccionara a los primeros alumnos para la gratuidad en la educación superior. El alza se encuentra, además, estrechamente relacionada con el incremento que obtiene entonces la ministra Adriana Delpiano (+ 9 puntos) y la gestión de la Presidenta (28%).