¿Trabajas incontables horas frente al computador y no adoptas buenas prácticas de ergonomía? Esto puede llegar a generarte problemas musculoesqueléticos. Sin embargo, hoy en día hay distintas maneras de prevenir la mayoría de las lesiones (y así evitar tener que ir a una hora con traumatología), solo debes aplicar algunos ajustes estratégicos en tu espacio de trabajo.

Prevención efectiva de lesiones laborales: una visión desde la traumatología

1. El arte de sentarse correctamente

La silla de oficina juega un papel fundamental en tu salud laboral. Además de ser cómoda, debe proporcionar soporte lumbar y permitir mantener una postura que alinee naturalmente la columna. Al sentarte, debes apoyar bien la espalda en el respaldo, con los pies descansando firmemente en el suelo o en un reposapiés, y las rodillas deben estar al nivel de las caderas para distribuir correctamente el peso corporal.

Tampoco hay que pasar por alto la altura de los reposabrazos: deben permitir que los codos formen un ángulo de 90 grados cuando las manos están sobre el teclado.

2. Configuración inteligente del espacio visual

Con una correcta posición del monitor, puedes cuidar tu salud cervical. Considera que la parte superior de la pantalla debe alinearse con el nivel de los ojos y mantener una distancia aproximada de un brazo extendido. Si usas varios monitores, asegúrate de mantener el principal directamente al frente y los secundarios a los lados para minimizar los giros constantes del cuello.

Estos simples ajustes ayudan a prevenir la tensión en cuello y hombros, especialmente durante largas jornadas de trabajo.

3. El valor del movimiento regular

¿Sabes de la importancia de tomar pausas cada 45 a 60 minutos para estirar y caminar brevemente? Estas, además de ayudarte a mejorar la circulación, mantienen la mente alerta. También te permiten prevenir la fatiga muscular y tener una buena postura durante toda la jornada.

Lo ideal es que durante estas pausas realices estiramientos suaves de cuello, hombros y espalda. Puedes probar girando suavemente la cabeza de lado a lado y realizar círculos con los hombros hacia atrás y hacia delante.

4. Invertir en herramientas que cuidan la salud

Los complementos que utilizas en tu horario de trabajo pueden marcar una gran diferencia, por ejemplo, un teclado y un mouse adaptados te pueden ayudar a prevenir problemas en antebrazos y muñecas. Si haces muchas llamadas telefónicas, lo mejor es que tengas unos audífonos con micrófono incluido, pues te permitirá evitar tensiones innecesarias en el cuello.

Si te toca revisar documentos físicos, puedes usar un atril o soporte para documentos colocado entre el teclado y la pantalla, lo que te ayudará a mantener una postura correcta del cuello. La clave está en seleccionar herramientas que faciliten una postura natural y movimientos cómodos.

5. Organización del espacio de trabajo

Cómo organizas los elementos de trabajo también importa. Los objetos de uso frecuente deben estar dentro del área de alcance natural de tus brazos para evitar estiramientos innecesarios.

Además, hay que preocuparse de la iluminación. Esta debe ser suficiente para ver con claridad, sin reflejos en la pantalla, preferiblemente que venga desde un costado para evitar deslumbramientos.

6. Hábitos saludables más allá del escritorio

Aunque no lo creas, la prevención de lesiones laborales implica cuidarte más allá del horario de oficina. Un descanso nocturno adecuado permite la recuperación muscular, mientras que el ejercicio regular fortalece el cuerpo y mejora su resistencia a las exigencias diarias del trabajo sedentario.

Aplicando estas medidas, podrás reducir el riesgo de visitar al especialista en traumatología por lesiones crónicas, manteniendo un cuerpo saludable durante toda tu vida laboral. ¿Te animas a empezar hoy?