Por recomendación de la Organización Mundial de la Salud, el ser humano no debería exponerse a sonidos que sean superiores a 140 decibeles de presión sonora en adultos y 120 dB en la niñez. Los fuegos artificiales pueden generar hasta 190 dB.
Una serie de agrupaciones de personas con Trastorno de Espectro Autista piden a los legisladores y al Gobierno, regular el uso de fuegos artificiales, para que sean utilizados los que tienen la tecnología para disminuir su estruendo.
La Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad FUAN, la Federación Nacional de Autismo Fenaut, y la Mesa Interregional Ley de Autismo MILA, argumentan que ante el incremento de uso de fuegos artificiales ilegales, es a que además se regule la fabricación, distribución, venta y depósito de todo artículo pirotécnico con estruendo, para que también quede regulado su uso de menor escala, que igualmente genera contaminación sonora y potenciales daños físicos y materiales. Esta materia ya ha sido regulada en países europeos y en Argentina.
Por medio de un comunicado, las agrupaciones sostienen que “esta propuesta la venimos socializando desde el año 2020, cuando solicitamos que se modificaran las bases de licitación de los fuegos artificiales, para exigir a las empresas proveedoras que redujeran al 75% los ruidos provocados por la pólvora. Diversos municipios a nivel nacional han expresado públicamente que asumirán el compromiso de tener fuegos artificiales de bajo ruido en sus actividades de fin de año, fomentando el uso de luces y drones”.
El estruendo provocado impacta en la calidad de vida de cientos de miles de personas neurodivergentes con percepción y sensibilidad agudas.
Por recomendación de la Organización Mundial de la Salud, el ser humano no debería exponerse a sonidos que sean superiores a 140 decibeles de presión sonora en adultos y 120 dB en la niñez. Los fuegos artificiales pueden generar hasta 190 dB.