

Como siempre, una vez por año los relojes deben atrasarse y adelantarse para dar paso a los horarios de invierno y verano, respectivamente.
Esto lo afirma la ley 8.777, que establece la Hora Oficial que debe tener el país dependiendo la época del año.
De acuerdo a la normativa vigente, los relojes deben atrasarse la noche del primer sábado de abril, en este caso, el 2 de aquel mes. Así las cosas, Chile pasará del huso horario GMT-3 al GMT-4.
Solo un ejemplo: cuando den las 00 horas, en realidad serán las 23 horas de dicho sábado. Este horario se extenderá hasta el primer fin de semana de septiembre.
Y sí, hay ciertos lugares del país que no se acogerán a este cambio de hora: tanto la Región de Magallanes como la Antártica chilena deben permanecer con el horario de verano.