En este tiempo en que estamos en nuestros hogares debido a la pandemia del coronavirus, el aislamiento no implica una interrupción de la actividad física sino más bien representa una oportunidad para mantenerla, aportando de esta manera a generar una sensación de normalidad y de protección de la salud física y mental.
Ante los innumerables beneficios que genera el ejercicio, como una actividad física programada y guiada, también debemos considerar los beneficios psicológicos en la reducción de la ansiedad, incertidumbre, irritabilidad, entre otros, que pueden estar presentes en estos días.
“Invitamos entonces a niños, adultos y adultos mayores a que adaptemos un espacio físico pequeño dentro de nuestros hogares, en el que basta con el propio peso corporal y algún equipo mínimo, para experimentar el sentirse más motivados, positivos, contentos y con más energía para el día a día”, sugiere el Profesor de Educación Física y Magíster en Gestión de la Actividad Física y Deportiva, Víctor Méndez Vega. Jefe Unidad de Deportes de la Dirección de Servicios Estudiantiles de la Universidad de Concepción.
1.- Aproveche el tiempo disponible, creando una serie de ejercicios que se adapten a su condición física y al espacio disponible en su hogar.
2.- Cree un circuito con al menos 5 ejercicios diferentes y que idealmente no se repitan en los grupos musculares. Puede optar por pausas pasivas mientras se hidrata o pausas activas con ejercicios más ligeros o realizar estiramientos.
3.- Mire el material disponible en redes sociales, de expositores que sean profesionales del área y tome aquellos ejercicios que le resulten motivantes y factibles de realizar.
4.- Si no tiene implementos deportivos, utilice aquellos objetos que ofrezcan una resistencia adicional a su peso corporal.