Psicóloga Marcia Stuardo
Profesional del Centro de Vida Saludable UdeC
Para los menores, en un principio, el encierro puede resultar entretenido; pero, a la larga, también les puede generar altos niveles de sensibilidad y angustia, manifestándolo con el mal humor o haciendo berrinches. Esto ocurre porque, entre más pequeños, les cuesta más expresar lo que sienten y cómo se sienten, siendo fundamental que les ayudemos para que logren expresar todas sus preocupaciones, en un espacio seguro y de confianza, y así promover su autoestima y mejor la relación con sus cercanos.
A veces, esta tarea puede tornarse difícil, al respecto, la Psicóloga Marcia Stuardo, en base a los consejos de la Mesa Técnica de Protección de la Salud Mental en la Gestión de Riesgo de Desastres de la Universidad de Concepción, ha elaborado los siguientes consejos para ayudar a los niños y niñas durante esta cuarentena:
Reprimirlos o evitarlos no ayuda, solo acrecentarán su angustia y cansancio emocional.
Es fundamental que puedan expresar lo qué sienten, cómo les hace sentir y en qué parte del cuerpo lo sienten. Así pueden buscar ayuda y recibirla.
Algunas de las estrategias que puedes utilizar son:
• Dibujar e identificar la parte del cuerpo que se ve comprometida con la emoción.
• Dibujen sus emociones o los pensamientos que tienen. Esto le ayudará a expresar cómo viven la situación actual.
• Confeccionar un diario de las emociones o un cuento con dibujos.
Utilicen alguna canción, juego o actividades que a su hijo o hija le guste, esto ayudará a alejarlo de lo monótono que le pueda resultar hacer tan seguido estas acciones.
Puede ser perjudicial para usted y para tu hijo o hija el exceso de información que ronda hoy por hoy. Y es que, además, gran parte de ella es falsa. Lo mejor es no exponerlos a esto y evitar la sobreinformación. Así disminuirá su nerviosismo y la angustia que estas noticias le pueden generar. No se enoje si están frente a las pantallas más horas de las recomendadas.
No olvide que tener una rutina les ayuda a organizarse mejor. Una buena rutina contempla espacios para el ocio, actividades cotidianas, comidas y juego.