Néstor Ortiz Rebolledo
Enfermero y Profesor Asociado UdeC
Actitud:
Es importante tener una actitud de autocuidado personal y familiar, sabiendo que la salud mental no se basa en estar todo el tiempo alegre o riéndose; sino que por el contrario, es la capacidad de gestionar y enfrentar los momentos agradables y desagradables de manera que te permitan aprovecharlos y crecer como persona.
Consciencia del momento presente:
Hacerte consciente de lo que vives a cada instante y asumirlo es el camino de la Salud Mental. A esto le llamamos “Sensibilidad Organísmica” y se da cuando nos damos cuenta de lo que el cuerpo nos muestra: sed, calor, tensión, alegría, deseos, desgano, placer o lo que sea.
Aceptar las emociones:
Un punto de partida es aceptar el miedo, la pena, la alegría, el placer o cualquier sentimiento o sensación que tengas sin negarlo precipitadamente, sino que haciéndote cargo de ellos, o sea, asumiéndolos.
Generar convivencia social:
Asumir lo que nos está tocando vivir, en coherencia con nuestros valores y en armonía con nuestro entorno, puede darnos la tranquilidad emocional de que estamos construyendo convivencia social, más que siendo una carga o un daño para los otros.
– Beber agua, alimentarse sanamente y sin excesos.
– Comunicarse asertivamente, asegurarse de que los otros miembros del hogar comprendan lo que deseo expresar.
– Valorar a tus seres queridos.
– Escuchar música o bailar.
– Respetar los espacios compartidos y de intimidad de las demás personas.
– Buscar en Internet tutoriales de yoga u otras disciplinas similares.