Un estudio realizado por científicos de la Universidad Austral de Chile ratificó lo ya encontrado por un reciente análisis de la Universidad de Chile: los balines policiales, que han lesionado los ojos de cerca de 200 personas en las últimas semanas, contienen plomo y un escaso porcentaje de caucho.
Amplia repercusión tuvo una investigación del Departamento de Ingeniería Mecánica de la U. de Chile, el cual detectó plomo y otros componentes metálicos y cerámicos en los balines “de goma” utilizados por carabineros durante manifestaciones. Solo contienen un 20% de caucho.
Tales resultados fueron cuestionados por la institución uniformada, pues difieren de un análisis realizado por el Labocar, el cual también puso en duda la ficha técnica del proveedor de los balines.
Aún así, el general director Mario Rozas ordenó suspender el uso de esta munición, limitándola solo a situaciones de “inminente peligro de muerte”. Adelantó, además, que solicitarían estudios externos sobre la materia.
Con todo, hoy la Universidad Austral de Chile dio a conocer los resultados de un análisis, realizado en la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, que ratificó el hallazgo de la U. de Chile e incluso, encontraron una cifra menor de caucho: 17,55% en promedio.
Balines recogidos en el centro de Valdivia
Los perdigones estudiados fueron recogidos, tras incidentes, en el centro de Valdivia, y en una primera prueba reaccionaron a un estímulo magnético. Tras ello fueron sometidos a un análisis microscópico.
“Los perdigones presentan en su mayoría altas concentraciones de plomo, además de óxido de silicio, sulfato de bario, manganeso, calcio, hierro y silicio, entre otros compuestos. Lo que podría significar un problema de salud pública“, señala un documento firmado por el doctor de la UACh, Christian Lazo Ramírez.
El uso de escopetas antidisturbios se ha puesto en cuestionamiento por provocar, hasta ahora, cerca de 200 lesiones oculares, desde el pasado 18 de octubre, día de inicio de las movilizaciones sociales en el país. Al menos 12 víctimas, según el Minsal, han perdido parcial o totalmente la visión.
Imagen microscópica de la “goma” de un balín