
$300 millones pagó el Arzobispado de Santiago como indemnización a las víctimas de Fernando Karadima. La medida fue ordenada por la Corte de Apelaciones capitalina.
Los receptores del monto son José Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz, quienes presentaron una demanda civil, en la que exigían $450 millones, consignó Emol.
De acuerdo a los acusadores, la Iglesia y sus autoridades cometieron negligencias sistemáticas cuando tuvo que abordar las denuncias por agresión sexual en contra de religiosos.
Cabe recordar que Fernando Karadima fue condenado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración.