La diferencia corresponde a la brecha salarial más importante entre los países de la Ocde.
El reciente informe “Education at a Glance 2018” de la Ocde reveló que en Chile existe una preocupante brecha de género respecto al acceso al trabajo y en los sueldos percibidos. Según el documento, en 2015 las mujeres con estudios superiores ganaron el 65% de lo que obtuvieron los hombres con el mismo nivel educacional, “lo cual contrasta con el 74% alcanzado por el promedio de los países Ocde. Esto corresponde a la brecha salarial más importante entre los países analizados, justo después de Brasil”.
Respecto a las cifras, el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, indicó que para profundizar en esta materia “es fundamental, pues detrás de este dato se puede estar escondiendo un acceso diferenciado de hombres y mujeres a carreras de mayor rentabilidad, eventualmente relacionado a los sesgos de género del sistema escolar y de la PSU”.
A lo anterior se suma que si bien en Chile los hombres y las mujeres alcanzan una cobertura educativa similar, estas últimas tienen menos probabilidades de encontrar empleo. En promedio, dice el escrito, el 79% de las mujeres de 25 a 64 años que ha egresado de educación superior posee trabajo remunerado, versus el 91% que alcanzan los hombres, lo que exhibe una brecha de 12 puntos porcentuales, promedio más alto en la Ocde.
La ministra de la Mujer, Isabel Plá, detalló que, según el análisis, las mujeres suelen matricularse en carreras de menor empleabilidad y sueldos en relación a los hombres. “Por este motivo ellas empiezan a competir en el mercado laboral con una diferencia que las perjudica y es por esto que le pedimos a las universidades del Cruch que puedan motivar a las mujeres para que en el proceso de admisión 2019 postulen a otras carreras que tradicionalmente han tenido más matrícula masculina”, afirmó Plá.
A su vez, la directora de Política Educativa de Educación 2020, Nicole Cisternas, aseveró que “estos indicadores respaldan la importancia de priorizar medidas que apunten a una educación no sexista desde una perspectiva integral, es decir, desde la generación de políticas públicas que articulen medidas en ámbitos estructurales, la gestión de las instituciones educativas y las prácticas pedagógicas”.
La académica de la Universidad Arturo Prat y coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género de la Agrupación de Universidades Regionales del Consejo de Rectores, Antonia Santos, sentenció que “la brecha es muy alta, lo que indica que la discriminación sigue activa y que las leyes dispuestas para atender esta diferencia no se cumplen”.