Tras la acusación del Ministerio Público a Carabineros por adulterar pruebas en el marco de la denominada Operación Huracán, donde se indaga la participación de ocho personas en ataques incendiarios en la IX Región, el director general de la institución uniformada tuvo que volver a Chile. Así, Bruno Villalobos interrumpió sus vacaciones en Miami (EE.UU.) y regresó al país para entrevistarse con el ministro del Interior Mario Fernández.
Una vez terminado el encuentro, ambas partes confirmaron que la reunión se enfocó en informar sobre la “celeridad y la rapidez” con la que el proceso de investigación se lleva a cabo en la actualidad. Respecto de las mismas indagaciones, las dos autoridades afirmaron que se debe esperar a las conclusiones y a la “verdad judicial” que tiene que llegar, cosa de confirmar la existencia o no del delito.
El ministro Fernández aseguró que Villalobos informó de sus vacaciones puntualmente, una vez que se destapó la crisis, y que fue el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien le pidió retornar a Chile. En alusión al ejemplo de resistencia que manifestaron algunos efectivos policiales, en una primera instancia, frente al allanamiento que realizó la PDI el viernes pasado, Fernández descartó por completo la insubordinación y calificó esta expresión como “muy grave”.
En relación a la posible salida del director general, Fernández declaró a La Tercera que “nunca se habló de renuncia” y reiteró en que no se puede adelantar respuestas ni resoluciones antes de tener pruebas concretas, además argumentos suficientes. A pesar de ello, desde La Moneda son conscientes del costo político que significa mantener a Villalobos, quien ya se encontraba bajo otra investigación del Ministerio Público por su responsabilidad de mando en el millonario fraude que involucra a su organización.
El ministro de Interior aludió a que se debe aguardar por los peritajes internacionales solicitados por Carabineros, mediante la averiguación interna que sustancia el general Julio Pineda. Este último recurrirá al FBI, a través de la Embajada de EE.UU., para que analice los equipos móviles de los uniformados imputados. Esta diligencia se realizará en paralelo a las indagaciones que emprenda la Fiscalía, en un sumario que Carabineros pretenden culminar en dos semanas, máximo.
El miércoles 31, por su parte, la Presidenta Michelle Bachelet visitó La Araucanía, donde tildó de “graves y complejas” a las situaciones conocidas. Igualmente, señaló a La Tercera que “No las toleramos, pero tampoco nos apresuramos a sacar conclusiones antes de agotar las investigaciones”, dijo. “Esto exige celeridad y voluntad de restablecer sin demora la confianza básica en las instituciones, pero no se pueden olvidar en ningún momento las personas, las empresas y las iglesias que han sido víctimas de atentados”.