No se sabe, hasta la fecha, si este año se mantendrá el mismo sistema de admisión o si éste sufrirá de algún cambio. Radical, parcial o inexistente, cualquier modificación deberá ser evaluada por el nuevo Gobierno. De todas formas, un primer paso para esta reflexión podría estar en el informe que emitió el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) en mayo 2017 y que será evaluado por el Consejo de Rectores (Cruch).
Se trata de una alternativa a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) que establece, principalmente, siete puntos nuevos que serían considerados y/o modificados por el Cruch. El primer aspecto tiene como objetivo “reducir y sintetizar los temarios” a los primeros dos años de Enseñanza Media. Por lo tanto, se propone que la PSU tenga en cuenta como “contenidos mínimos obligatorios” lo pasado hasta 2° medio.
Lo anterior lograría, para el Demre, lograría no sólo equiparar los conocimientos que se adquieren entre los colegios técnico-profesionales y científico-humanistas, sino también “una mayor ponderación de las notas de 3° y 4° medio en el cálculo del NEM”.
El vicepresidente del Cruch y rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, dijo que esta y otras propuestas serán evaluadas por el comité de expertos convocado por el Cruch. “Si la reducción de contenidos se encamina en función de disminuir las desventajas estructurales que todo instrumento de selección genera y es, a su vez, compatible con la idoneidad para los fines que debe tener el sistema de admisión, a mí me parece no solo posible, sino necesario hacerlo”, afirmó Valle para La Tercera.
Algunos representantes del Cruch se preocuparon por los colegios que basan su enseñanza en lo que se pasa en la PSU, donde habría un impacto negativo. Otros proponen que las modificaciones deberían diferenciarse y ajustarse a las diferentes escuelas. No obstante, muchos comprenden que la iniciativa correspondería a un primer paso para reducir la brecha entre los conocimientos adquiridos, además de ratificar “la PSU es una mala prueba de selección, más asimilable a una prueba de evaluación de la enseñanza media que de selección al sistema universitario”.
Este es el primer punto a considerarse por el Consejo, de los siete que se señalan a continuación:
1. Síntesis y reducción de temarios (ya mencionado)
2. Dos pruebas de matemática: la Prueba de Matemática obligatoria y la Prueba de Matemática Avanzada y electiva. La primera sólo consideraría los dos primeros cursos de enseñanza media, mientras que la segunda tomaría los cuatro años completos.
3. Reducción de la PSU de Lenguaje y Comunicación, lo que se traduce en limitarla a 60 preguntas sobre comprensión lectora y vocabulario.
4. Separar las pruebas de ciencias en tres facsímiles de conocimiento específico: Física, Química y Biología. Además, existiría una nueva prueba competencias científicas generales.
5. Preguntas de pilotaje en aplicación oficial de PSU y fomento de buenas prácticas y sanciones efectivas.
6. Discutir incorporación de nuevos cálculos de puntajes.
7. Nombrar un comité técnico internacional y comité asesor nacional.
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