El 31 de agosto, Nicolás Scheel se suicidó. Días antes había sido llevado a una comisaría, sin sus padres, luego de que fuera sorprendido con 1,7 gramos de marihuana en el colegio. “Él cambió absolutamente después de lo ocurrido”, asegura Gerardo, su papá, quien dio su testimonio en exclusiva a revista Paula.
“Esto pasó un día viernes y nadie me contó a mí. Nico no quería contarme y la mamá tampoco me contó. Ese fin de semana me fui con mi hijo mayor y mis nietos a los Nevados de Chillán. El martes siguiente era feriado y ese lunes él fue a clases, no quería faltar porque se había cambiado hace poco de curso”.
El texto anterior es parte del relato de Gerardo Scheel, padre del alumno de 17 años de la Alianza Francesa, que fue descubierto al interior del recinto con marihuana y que 21 días más tarde se quitó la vida.
En entrevista con revista Paula, Gerardo cuenta detalles de cómo era Nicolás y de los hechos que antecedieron la muerte de su cuarto hijo.
“Nicolás era más bien reservado. Responsable. Yo lo pasaba a buscar a la casa de su mamá y llegábamos a las 8 de la mañana al colegio. Él entraba a las 8:30, nunca llegó tarde. Nunca tuvo problemas de disciplina, tenía promedio 6,5, era un buen alumno. Muy respetuoso y cariñoso”, cuenta el ingeniero comercial, iniciando la entrevista.
“Yo no supe nada de lo que ocurrió ese viernes, en el colegio, hasta varios días después. No recibí comunicación alguna”, relata al ser consultado por una supuesta notificación de la sicóloga del colegio, quien habría sugerido iniciar una terapia.
Gerardo relata que apenas regresó a Santiago se percató de que había recibido por correo una comunicación del colegio que explicaba que había un plan de prevención de drogas y que habían sorprendido a un alumno en estas circunstancias.
Lo anterior no llamó mayormente su atención: “Ese mismo fin de semana, recibí otro correo de un apoderado amigo del colegio quien me ofrecía ayuda. Hasta ahí no habían mencionado tampoco ningún nombre. Muchos lo sabían, pero yo no tenía idea.
“En la tarde lo noté… le digo en broma: “mira, me llegó esta comunicación, ¿no serás tú, verdad?”. Él me respondió: “Sí, papá, fui yo”.