“Chile-Bolivia: la distancia del siglo XXI”, es el nombre de la columna publicada en El País por el ministro Heraldo Muñoz en la que repasa los esfuerzos por ser “un buen vecino”.
A sólo un día de que el gobierno entregue la dúplica en el marco del juicio que Bolivia inició ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 2013, el canciller Heraldo Muñoz escribió una columna para diario El País en la que enfatizó que Chile no tiene obligación jurídica de negociar un acceso soberano al mar y que se ha comprometido constantemente a reforzar los lazos entre ambas naciones desde el punto de vista diplomático, comercial y social.
“En su demanda, Bolivia planteó que Chile se ha comprometido a lo largo de los años, en forma obligatoria, a negociar un acceso soberano al mar. Supuestamente, a través de diversos acuerdos, conversaciones diplomáticas y declaraciones unilaterales”, se lee en el primer párrafo del texto titulado “Chile-Bolivia: la distancia del siglo XXI”.
El canciller continúa: “Bolivia ha dicho que su demanda no cuestiona el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que fijó los límites entre ambos países. Sin embargo, su demanda apunta precisamente a modificar el territorio de Chile y la alteración de un tratado, válidamente celebrado y plenamente vigente”.
En este sentido, Muñoz expresó que “Chile ha estado dispuesto a escuchar las aspiraciones de Bolivia y presentar sus intereses propios al país vecino. Sin embargo, ello no significa que exista una obligación jurídica de negociar un acceso soberano”.
A juicio del ministro, en su fallo de objeciones preliminares de 2015, la CIJ “redujo significativamente la pretensión boliviana: si fuera cierto que Chile tiene una obligación de negociar —aunque no la tiene—, no significa que dicha hipotética negociación deba tener un resultado predeterminado. Dos conclusiones: primero, la Corte descartó que el caso fuese sobre un supuesto derecho al mar de Bolivia; segundo, el Tratado de 1904 no estará en ninguna mesa de negociaciones”, aseguró la autoridad.
En este sentido, el canciller sostuvo que “Chile defiende no sólo el derecho internacional y la palabra empeñada, sino la práctica diplomática de dialogar y buscar puntos comunes, en la confianza que, de no llegar a acuerdos, los países no estarán comprometidos jurídicamente con aquello que hubieren conversado o expuesto.
Y enfatizó que “Bolivia goza de acceso al mar, sin soberanía, con exenciones tributarias y una serie de otros beneficios que anualmente cuestan a Chile cerca de cien millones de dólares, otorgados para una mejor implementación del régimen establecido a perpetuidad en el mismo Tratado de 1904”.
En este sentido, Muñoz agregó que en los últimos 10 años “Chile ha invertido más de 400 millones de dólares en caminos, pasos fronterizos y puertos. A fines de junio, la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia informó que la “importación y exportación” de cargas bolivianas a través del puerto de Arica, en el norte de Chile, ha experimentado “un crecimiento de cerca de 800%” entre 2006 y 2016, llegando a 1,8 millones de toneladas”.
Sin embargo, la cooperación entre ambos países no se reduce sólo al comercio. “Hace dos semanas, el director de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile viajó a La Paz (Bolivia). Asistió a una cita de la Red Alumni, que reúne a profesionales bolivianos que estudiaron posgrados en Chile gracias a becas del Gobierno chileno. También se reunió con representantes del Hospital del Niño de La Paz, que han recibido asesoría de un hospital chileno para el tratamiento de enfermedades oncológicas”.
Según manifestó Muñoz, eso “es sólo parte de una “integración silenciosa”, que incluye un aumento de las inversiones chilenas en Bolivia, la entrada en operación de una nueva aerolínea boliviana en Chile y los miles de migrantes que siguen llegando a vivir a nuestro país”.
Además escribió que “hace casi dos meses, las Cancillerías de Chile y Bolivia sostuvieron una reunión del llamado Comité de Fronteras e Integración. Chile había pedido desde hace años esta cita. Y se fijó una agenda de trabajo técnico en temas que importan a nuestros ciudadanos: por ejemplo, la lucha contra el narcotráfico y el recurrente robo de autos chilenos para su internación en Bolivia”.
Un comité que a juicio de la autoridad “demostró que, en el siglo XXI, la integración no es entregar territorio”.
El canciller Heraldo Muñoz expresó que “Chile es un buen vecino, disponible para trabajar en asuntos concretos, como ocurre con Perú y Argentina, con visitas presidenciales, encuentros de alto nivel frecuentes y acuerdos de integración efectivos. Un país que ha acompañado la negociación entre el Gobierno de Colombia y las FARC y ahora es garante de las conversaciones con el ELN. Chile ha sido protagonista por 13 años de la misión de Naciones Unidas en Haití. Lideramos esfuerzos con resultados concretos para acercar al Mercosur y la Alianza del Pacífico. Y hemos apoyado decididamente la cooperación al desarrollo en Centroamérica y el Caribe”.