Weichan Auka Mapu (WAM) es una agrupación que los policías y fiscales de La Araucanía conocen bien. En el último año, ha asegurado ser la causante de una serie de atentados incendiarios, principalmente a templos religiosos de zonas rurales. El lunes 28 de agosto, sin embargo, ocurrió un hecho diferente y que los puso en el radar de todo el país. La madrugada de ese día, según panfletos hallados en el lugar, quemó 29 camiones y dejó con daños a otros seis, convirtiéndose así en el atentado de violencia rural de mayor envergadura, respecto de daños materiales, que ha ocurrido en Chile.
Actualmente, el Ministerio Público de la IX Región la está investigando bajo la figura de asociación ilícita y por sus eventuales vínculos con el caso Luchsinger Mackay. En paralelo, equipos de inteligencia de Carabineros y la PDI trabajan en identificar a sus integrantes y adelantarse a sus movimientos, con el objetivo de evitar nuevos atentados.
De esta forma, a nivel policial y de fiscalía ya existe alguna información preliminar sobre el grupo. Entre los datos recopilados está una disputa que dividió a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), el desalojo a un seminario en Padre Las Casas y la amenaza de un machi.
Para rastrear el origen de esta agrupación, indican fuentes de la zona, hay que remontarse hasta 2012. Ese año, una treintena de comuneros detenidos por diversos atentados protagonizaron una huelga de hambre. El rostro de esta manifestación fue Héctor Llaitul, quien lideraba la CAM.
Tras 76 días de negociación, finalmente depusieron la protesta y los huelguistas lograron parte de sus demandas. Una de ellas era que se retiraran las querellas por Ley Antiterrorista que el Ejecutivo había presentado en su contra.
Pese a esto, la CAM terminó resquebrajada. Para un grupo de esos mapuche, en su mayoría recluidos en la cárcel de Temuco, la forma de negociar de Llaitul habría sido demasiado “winka” (no indígena), por lo que levantaron la figura de otro miembro de la cúpula como un nuevo referente paralelo. De esta forma, una orgánica distinta empezó a operar en La Araucanía.
Según los análisis policiales, es una facción de esta línea, formada por jóvenes, la que posteriormente fundaría Weichan Auka Mapu. “El corte con la CAM es, básicamente, generacional”, señala una de las fuentes consultadas.
El 20 de abril de 2016, en una serie de portales web apareció el primer comunicado de WAM. En él, reivindicaron más de 30 atentados registrados desde 2013 hasta esa fecha y entregaron los lineamientos de su postura.
Además de indicar que la traducción al español de su nombre es “Lucha del Territorio Rebelde”, señalaron que “somos una expresión de alianza orgánica, con principios e ideales apegados al pensamiento y práctica que ejercieron nuestros antepasados en su proceso de convivencia, como también en una estrategia de resistencia digna frente al enemigo usurpador y opresor”.
Del análisis policial al discurso de Weichan Auka Mapu, extraído de ese primer comunicado y de los folletos que han dejado en otros atentados, se concluyó que este grupo reivindica la “tradición”, por lo que la lucha es contra quienes han “destruido” la esencia del pueblo mapuche. Otro hecho que ha llamado la atención es que, a diferencia de la CAM, no tienen vocero oficial y abogan por la “descolonización”.
Una de las primeras líneas investigativas que abordó la fiscalía, y que aún sigue vigente, es el vínculo de WAM con la toma al Seminario San Fidel. Esta usurpación se inició en mayo de 2014, cuando un grupo de comuneros ingresó al predio religioso y expulsó a quienes se formaban para el sacerdocio. Dos años después, el obispado de Villarrica solicitó el desalojo, lo que se concretó el 2 de marzo de 2016.
¿Cuál es la relación? Pocas semanas después de aquella desocupación se iniciaron los ataques a templos religiosos de la zona sur.
Uno de los informes policiales elaborados en esta causa indica que en el comunicado que WAM publicó en internet, “destacan la comisión de ilícitos religiosos de la IX Región, los cuales se comenzaron a cometer sistemáticamente desde marzo de 2016, y que obedecieron a una radicalización de la postura de Weichan Auka Mapu contra los credos religiosos, particularmente contra la Iglesia Católica, a raíz del desalojo a miembros de la comunidad Wekeche Ñi Aukinko, que ocupaban el Seminario Mayor San Fidel, de Padre Las Casas”.
Otro documento policial, elaborado en el marco de esta misma investigación, da cuenta de una situación que ocurrió mientras se desalojaba el seminario. Un machi que salió del lugar escoltado por Carabineros “señaló al personal policial que con esta acción habría más fuego, además de señalarle textualmente lo siguiente: ‘Ahora comienzan otras causas, señor fiscal, vamos a volver a la wueá (sic) altiro no más y lo digo acá, delante de las cámaras (que portan los Carabineros). Esta cosa es de nosotros, creen que con un par van a parar la cosa acá en la zona’”.
El 28 de mayo, un incendio destruyó dos pisos del seminario. En el lugar se encontraron rayados, uno con la firma de Weichan Auka Mapu.
Según el reporte que elaboró el Ministerio Público para abordar esta materia, el año pasado fue el peak de los ataques a entidades religiosas. Mientras que en 2015 se registraron dos atentados de esta naturaleza, en 2016 la cifra se elevó a 18. Por lo menos 10 fueron adjudicados, a través de panfletos, a Weichan Auka Mapu.
Este tipo de acción también dejó en evidencia las diferencias que hay con la CAM. Esta última emitió un comunicado a mediados del año pasado, indicando que “quemar iglesias no es resistencia”.
A nivel reservado, ya se manejan algunas sospechas sobre la operatividad de WAM. El núcleo duro estaría compuesto por 12 personas y se cree que su centro de operaciones sería el sector de Tres Cerros, en la IX Región. Esto, porque habitualmente realizan los ataques en los sectores de Vilcún y Padre Las Casas.
Hasta el momento existen cuatro personas detenidas y quienes tendrían directa relación con esta agrupación. Se trata de Ariel Trangol, Benito Trangol, Pablo Trangol y Alfredo Tralcal Coche. Para ellos el Ministerio Público está pidiendo 20 años de prisión por el incendio realizado el 9 de junio de 2016 a un templo evangélico en el sector de Niágara.
Carabineros los detuvo cuando huían del lugar y en el sector encontraron panfletos que indicaban: “El cristianismo es fuente de odio y racismo”. La firma era Weichan Auka Mapu. Si bien ninguno de ellos ha declarado, la policía investiga cuáles son sus vínculos.
Entre algunos actores del mundo mapuche de La Araucanía, el actuar de WAM genera suspicacia. Mijael Carbone, werken (vocero) de la Alianza Territorial Mapuche de Malleco, indicó que “creo que el actuar es sumamente extraño y sospechoso. Se deja en la interrogante si son autoatentados o un atentado real. Faltan las pruebas necesarias”.
Carbone añadió que “lo otro es que se viene una etapa de cambio de Presidente y acá manos negras andan rondando el territorio. Es de mucho interés de algunos sectores políticos, en etapas como éstas, que ocurran este tipo de hechos”.
Ingrid Conejeros, vocera de la machi Francisca Linconao (acusada en el caso Luchsinger Mackay), señaló que “hemos visto en muchas ocasiones situaciones que más bien parecen autoatentados. Eso está acreditado. Hay juicios donde se ha condenado a empresarios dueños de camiones, que han usado panfletos y se han mostrado como víctimas de estos supuestos hechos de violencia, cuando en realidad era un engaño”.