Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador Histórico
Elías Zaror Nader, nació en Belén, Palestina, en 1896. Llegó a Chile a una corta edad, fue apodado “El turquito”. Desde muy pequeño mostró habilidades para el arte. Los sacerdotes de la Congregación Salesiana lo enviaron a realizar cursos formales a Florencia, Italia, acompañado por su madre. Se especializó en la restauración de imágenes religiosas y en la confección de estas.
Regresó a Chile en 1920, luego de trabajar en Argentina y Brasil. En el país recorrió Chillán, Angol, Talcahuano y Traiguén. En esa época conoció a Pedro Luna, uno de los exponentes más importantes de la Generación del 13. Los entendidos afirman que la obra de ambos es muy parecida, incluso se dice que algunos trabajos atribuidos a Luna son, en realidad, de Zaror.
En 1930 arribó a Tomé y el paisaje local lo convenció de quedarse en la ciudad. Instaló un negocio en calle Manuel Montt de esa comuna, actividad que desarrolló a la par de la pintura. En Tomé conoció a Alejandro Reyes, un peluquero que también pintaba y se hicieron amigos. Fueron acompañados después por Rafael Ampuero, Raúl Sanhueza y los poetas Alfonso Mora, Benjamín Silva y Alejandro Chávez, por mencionar algunos.
De esas tertulias surgió el Círculo de Bellas Artes de Tomé, fundado el 1 de abril de 1947, siendo Zaror su primer presidente. Esta institución opera hasta la actualidad, demostrando que el talento no se relaciona con las grandes urbes.
Elías Zaror dejó unos 250 trabajos tras su muerte, un artista alabado por sus pares que tuvo una vida marcada por el paralelo de su actividad comercial y por su obra, la cual le brindó una verdadera razón para vivir.
Falleció en Tomé el 18 de abril de 1975.