Infraestructura en Chile para 2025
15 de Enero 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Catalina Binder
Vicepresidenta CPI
En el umbral de 2025, Chile enfrenta una serie de retos críticos en el ámbito de la infraestructura, fundamentales para mantener su desarrollo económico y social. Las demandas del crecimiento poblacional, los efectos del cambio climático y la necesidad de una transición energética sostenible exigen soluciones innovadoras y coordinadas.
En este sentido, entre los desafíos más apremiantes está la adaptación al cambio climático. Chile es uno de los países más vulnerables a este fenómeno, por sequías prolongadas y aumentos en la frecuencia de eventos extremos.
Esto afecta directamente la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura. Las redes de abastecimiento de agua, por ejemplo, necesitan modernizarse para garantizar la disponibilidad del recurso a largo plazo, especialmente en las regiones más afectadas por la desertificación.
Asimismo, nuestro país, ubicado en el cinturón de fuego del Pacífico, es propenso a terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas. Si bien Chile es reconocido por su ingeniería antisísmica, el envejecimiento de ciertas infraestructuras plantea riesgos. Es urgente avanzar en obras resilientes y fortalecer las redes de transporte, para garantizar su operatividad en caso de emergencias.
En conectividad vial y digital, aunque se han realizado avances significativos persisten grandes disparidades entre las regiones, y al interior de ellas entre zonas urbanas y rurales. La Patagonia, por ejemplo, sigue enfrentando obstáculos para el desarrollo de proyectos que mejoren su acceso a servicios básicos y mercados.
Las principales ciudades de Chile han tenido un crecimiento inorgánico, generando problemas como la congestión vehicular, la contaminación y la falta de espacios públicos de calidad. La creación de centros urbanos más amables pasa por rediseñar los espacios públicos, priorizando a peatones, ciclistas y usuarios del transporte público. La expansión del sistema de transporte público, incluyendo el Metro y soluciones de movilidad eléctrica, son esenciales para mejorar la calidad de vida de los habitantes. En este sentido, la reciente aprobación por parte del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) de un fondo de US$ 2.478 millones, para proyectos estratégicos en la región, incluyendo la expansión del ferrocarril subterráneo en Santiago, representa una oportunidad significativa para mejorar la infraestructura urbana.
Cabe destacar que nuestro país ha liderado la adopción de energías renovables en América Latina, pero la transición a un sistema energético completamente sostenible requiere inversiones adicionales. La construcción de redes de transmisión capaces de integrar energías limpias, como solar y eólica, es crucial para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Enfrentar estos desafíos requiere un enfoque integral que combine la innovación tecnológica, la colaboración público-privada y una visión sostenible. Invertir en infraestructura resiliente y equitativa no solo garantizará el bienestar de las generaciones actuales, sino que también cimentará un futuro próspero para Chile.