Pablo Riquelme Godoy
Jefe de Carrera área Medioambiente IPVG
Coronel se prepara para recibir una revolución energética que puede marcar un antes y un después en el desarrollo de energías renovables en Chile.
El parque eólico offshore proyectado en el Golfo de Arauco es una señal de progreso y, además, una oportunidad única para consolidar a la comuna, conocida hasta hace poco por el uso del carbón, como un epicentro de la transición energética en Chile.
Es la noruega Deep Wind Offshore, la que lidera la propuesta de un parque eólico en las costas del Golfo de Arauco, cuya capacidad de generación podría alcanzar hasta los 1.500 MW, cuadruplicando inclusive, la potencia de termoeléctricas como Bocamina, con una potencia neta nominal de 377 MW.
Más allá de las cifras, esta iniciativa evidencia que el desarrollo energético puede ser, al mismo tiempo, una herramienta dirigida al bienestar social y ambiental del entorno y comunidades, siempre que esté acompañado de transparencia, diálogo y un enfoque realmente sostenible. De esta manera, todos ganan.
Es imprescindible que este proyecto considere a las comunidades costeras no como espectadores, sino como socios activos del proceso. Los pescadores artesanales y algueros de Coronel, por ejemplo, deben ser integrados en cada etapa. Un sistema de monitoreo hidrobiológico permanente puede ser parte esencial de esta integración, garantizando que las condiciones marinas sean preservadas, para que quienes dependen de estos recursos tengan la certeza de que sus actividades no se verán comprometidas.
Estos esfuerzos deben trascender la simple generación de energía. Cuando las comunidades perciben beneficios tangibles y directos, la aceptación social no solo se fortalece, sino que se convierte en un motor de éxito.
Coronel no es ajena a los desafíos ambientales; su historia está marcada por conflictos pero iniciativas como el Programa para la Recuperación Ambiental y Social (PRAS) han demostrado que es posible alcanzar un equilibrio entre la industria y la sostenibilidad.
Proyectos como el parque eólico offshore tienen el potencial de ser un ejemplo vivo de esta transición, pero para lograrlo, la voluntad de las comunidades y la responsabilidad de las empresas deben converger en un diálogo efectivo, que se concrete en un beneficio para todas las partes.
No podemos darnos el lujo de ignorar una oportunidad como esta. Cada turbina que se levante en las costas del Golfo de Arauco no solo acercará a Chile a sus metas de carbono neutralidad para 2050, sino que también fortalecerá la identidad de Coronel como un modelo de transición hacia el desarrollo sostenible en la región.