El llamado post elecciones solo puede ser uno solo: a trabajar juntos por las demandas y urgencias de la ciudadanía.
Daniela Dresdner Vicencio
Delegada Presidencial del Biobío
El proceso de elecciones regionales y municipales en la Región del Biobío, así como en todo el país, se desarrolló de manera ordenada e impecable como una tradición democrática que la ciudadanía ha respetado y valorado por décadas. Lo anterior, quedó reafirmado con una alta participación, que alcanzó al 87% a nivel regional, con las particularidades de volver a la obligatoriedad del sufragio y realizar la votación en dos días.
Como conclusión, podemos afirmar nuevamente que la democracia se ha visto fortalecida con este nuevo proceso electoral, independiente de los denominados ganadores o los equilibrios que puedan visualizarse por parte de los partidos políticos. La ciudadanía se expresó fuerte y claro sobre lo que quiere para su comuna y más ampliamente para su región.
Para el Gobierno estos resultados no nos dejan indiferentes. Sin embargo, creemos que el llamado post elecciones solo puede ser uno solo: a trabajar juntos por las demandas y urgencias de la ciudadanía. Es necesario retomar el trabajo coordinado entre el Gobierno junto a los nuevos alcaldes y alcaldesas, además de quienes renovaron su administración comunal en la región junto con quien las y los habitantes del Biobío elijan para liderar el Gobierno Regional el próximo 24 de noviembre.
Como región necesitamos que la mirada de las nuevas autoridades, y de quienes han sido reelectos, no baje la guardia en temas tan importantes como la seguridad, donde es urgente frenar el avance del crimen organizado, además de proyectar inmediatamente el inicio de la temporada de incendios forestales, donde los municipios y el Gore juegan un rol fundamental en la prevención y monitoreo de esta emergencia, que ya conocemos cuáles han sido sus devastadoras consecuencias.
En este sentido, no existen acá diferencias y miradas políticas del Gobierno y la oposición, que deben coexistir de manera legítima y en concordia con la diversidad como expresión democrática. Sin embargo, el llamado una vez más es a acercar posiciones en cada una de las inquietudes que son materia de preocupación de la ciudadanía, que como Gobierno ponemos por encima de cualquier posición divergente, porque las personas han estado a la altura que nos impone la democracia y ahora es nuestro turno, el de las autoridades, de responder ante sus prioridades y mejorar su calidad de vida en todos los territorios de nuestra región.