Opinión

Conmemorando el encuentro entre dos mundos

Por: Diario Concepción 12 de Octubre 2024
Fotografía: Diario Concepción

Dra. Jeanne W. Simon
Centro de Estudios Europeos-UdeC

En países como España y Estados Unidos, todavía se celebra el 12 de octubre como el día de la Hispanidad o de Cristóbal Colón. En contraste, en América Latina, no se celebra sino se conmemora la Conquista. En Chile, a partir del año 2000, se llama Encuentro de Dos Mundos; en México el Día de la Nación Plurinacional y en Nicaragua el Día de la Resistencia Indígena.

Una mirada más crítica hacia este día, se consolida en América Latina a fines del Siglo XX con una reflexión sobre los impactos que tuvo la Conquista, principalmente en los pueblos originarios, pero también en la posición que los países latinoamericanos tienen en la economía global. A pesar de más de 200 años de independencia, ningún país latinoamericano ha logrado el nivel del bienestar europeo. Además, los pueblos originarios, viven situaciones aún más desiguales en el Siglo XXI, enfrentando amenazas constantes.

Aún así, persisten muchos mitos sobre el encuentro. Durante varios siglos, se construyó una narrativa de un intercambio pacífico entre distintos mundos: uno cristiano, civilizado, bien intencionado y otro salvaje y pagano. Poco a poco estudios han ido derribando este mito, mostrando que los pueblos originarios de las Américas, mucho antes de este “encuentro”, contaban con sus propias organizaciones políticas, económicas, sociales y militares. Ellos resistieron la invasión española en sus territorios. De hecho, los Mapuche lograron expulsarla y mantener control de sus tierras al sur del Río Biobío, siendo el único pueblo cuya soberanía fue legalmente reconocida por la Corona Española.

Además, múltiples estudios académicos han mostrado que la violencia del periodo colonial estableció las bases de las relaciones desiguales entre América y Europa que siguen favoreciendo a las economías europeas por su nivel de industrialización. Asimismo, las bases de propiedad privada establecida en el periodo colonial favorecieron a los asentamientos europeos por sobre los pueblos originarios a lo largo de las Américas. Estas desigualdades marcaron y siguen marcando las relaciones entre Europa y América tanto entre países como dentro de cada uno.

En actualidad, aunque ningún país europeo ha pedido perdón por el proceso colonial, sí la Unión Europea ha estado apoyando activamente a pueblos indígenas para que puedan mantener su cultura. En Chile es el momento de pensar cómo transformar las desigualdades que se han mantenido por más de 500 años.

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