Hay quienes vemos con preocupación esta realidad, porque existe vejez, resultado de una convención ideológica e implícita, que sostiene que las personas mayores no merecen inversión social por el hecho de encontrarse en la última etapa de su vida.
Chile enfrenta varios desafíos significativos debido al envejecimiento de su población y no es una realidad exclusiva de nuestro país. Este año 2024, según la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, 95 millones de personas tienen 60 años y más, representando el 14.3% de la población. Para el 2050, este porcentaje aumentará, llegando a un 25% en Latinoamérica y en nuestro país, se estima que ese aumento será alrededor del 32%, es decir, 1 de cada 3 personas será mayor.
Hay quienes vemos con preocupación esta realidad, porque existe una relación directa entre la pobreza y la vejez, resultado de una convención ideológica e implícita, que sostiene que las personas mayores no merecen inversión social por el hecho de encontrarse en la última etapa de su vida y que no tienen la capacidad de adaptarse a los cambios sociales.
A pesar de los avances económicos, persisten importantes desigualdades en la distribución del ingreso y en el caso de las personas mayores de nuestro país, se ve reflejado en las bajas pensiones que reciben la mayoría de los jubilados, lo que impacta negativamente en su economía y bienestar, contribuyendo a un deterioro acelerado de la salud física y mental.
Este año, el secretario general de las Naciones Unidas, llamó a los países a reforzar los sistemas de cuidados, atención y asistencia a las personas mayores de todo el mundo para envejecer con dignidad, pero también es necesario fomentar la participación social y promover estilos saludables esenciales, para reducir la brecha entre la expectativa de vida total y la de vida saludable. Esto incluye iniciativas que promuevan la actividad física, la alimentación saludable y la integración social de las personas mayores.
Desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor, nuestra misión es promover un envejecimiento digno, activo y saludable, como también el acceso a los derechos de hombres y mujeres mayores, con perspectiva de género e inclusión social, por lo que trabajamos de manera mancomunada con una red de instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Gracias al Sistema Nacional de Cuidados, ChileCuida, hemos aumentado la cobertura de programas de cuidados, como el fondo subsidio eleam y la creación de centros diurnos comunitarios para más de la mitad de las comunas de la región del Biobío.
En materia de envejecimiento, existen desafíos que requieren una respuesta integral y coordinada, que involucre a diversos sectores de la sociedad para asegurar que las personas mayores puedan vivir con dignidad y calidad de vida, no desde una mirada asistencialista y compasiva, sino desde un enfoque de derechos que esté manifiesta en una política nacional de envejecimiento. Esto implica la necesidad de adaptar las políticas actuales, abrirse a la innovación y la inclusión digital, incorporando el concepto de la economía plateada dentro del sistema macroeconómico.