La paradoja de la precariedad académica en Chile

28 de Septiembre 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

La Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP) ha llamado la atención repetidamente sobre esta preocupante situación.

Camila Bañales Seguel
Ing. Agrónoma. Dra. Ciencias Ambientales
Colaboradora de Colectiva Justicia en DD.HH.


La incertidumbre y la inestabilidad tiñen las carreras de miles de académicos/as. Mientras personas altamente calificadas enfrentan falta de oportunidades laborales, hay actores que reciben de manera impúdica sueldos exorbitantes. ¿Qué méritos pueden justificar un sueldo mensual de 17 millones de pesos en una universidad, cuando la realidad para la mayoría de los académicos es completamente diferente?

La Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP) ha llamado la atención repetidamente sobre esta preocupante situación. En Chile, el 13% de quienes cuentan con un doctorado está desempleado, una cifra que asciende al 16,4% en el caso de las mujeres. Quienes tienen empleo, solo un 37,1% cuenta con un contrato indefinido, mientras que el resto trabaja con contratos temporales o a honorarios. El 24% de los académicos necesita tener más de un trabajo para lograr un ingreso digno.


Las universidades en Chile, tanto públicas como privadas, rara vez publican sus sueldos de manera accesible o detallada. En universidades como la PUC y la U de Chile, los académicos jóvenes pueden iniciar con un sueldo entre 2 y 4 millones, mientras que los académicos titulares pueden ganar hasta 6 millones. Sólo en las universidades más prestigiosas (y caras) del mundo, como Harvard y Princeton, los académicos titulares ganan hasta 13 y 15 millones, considerando que su trabajo incluye investigación de vanguardia y contribuciones al desarrollo de sus disciplinas, además de dictar clases.

La paradoja es evidente: mientras algunas personas reciben remuneraciones exorbitantes, sin una justificación académica evidente, el verdadero motor del avance científico – quienes investigan, publican y forman a las próximas generaciones – se enfrentan a un escenario de precariedad.