Dra. Claudia Yáñez V.
Académica de FACEA UCSC
El cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato, programado para el próximo 16 de septiembre, marcará el fin de una era que se extendió por 70 años. Durante su historia Huachipato no solo fue un pilar de la economía local, sino también una fuente de empleo para generaciones de trabajadores en Talcahuano y la región del Biobío. Este día sin duda, marcará un hito en la historia de la Región y tendrá un profundo impacto económico y social en la comuna, afectando a cientos de familias que dependían de su operación. Ante esta realidad, a nivel de políticas públicas se hace necesario comenzar a trabajar en mecanismos para hacer frente a esta crisis. Así, el emprendimiento se presenta como una vía poderosa para la reconversión laboral y una estrategia clave para mitigar el shock económico que el cierre de Huachipato representa. El emprendimiento ofrece una oportunidad para que los trabajadores afectados puedan reinventarse y crear nuevas fuentes de ingresos. Aunque el cambio de un empleo estable a la creación de un negocio propio puede parecer difícil, la realidad es que los trabajadores de Huachipato poseen un conjunto de habilidades técnicas y experiencia que pueden ser transferidos a otras industrias o adaptados para la creación de productos y servicios. Con la capacitación adecuada en gestión empresarial y acceso financiamiento como capital semilla, estos trabajadores pueden desarrollar proyectos emprendedores que les permitirán sostenerse económicamente y además contribuir al dinamismo económico de la Región.
Por lo tanto, la colaboración entre los distintos actores, incluyendo el sector público, privado, académico y la sociedad civil es fundamental. La creación de un ecosistema de apoyo al emprendimiento facilitará las sinergias que potencien el éxito de los nuevos emprendimientos. Las universidades debemos desempeñar un papel protagónico y proactivo en el desarrollo de la capacitación adecuada y en la incubación de empresas, mientras que el sector privado debe contribuir con financiamiento y facilitar el acceso a los mercados.
Es ese sentido, es importante reconocer que el emprendimiento no es una solución inmediata, ni garantiza el éxito para todos. El proceso de reconversión requiere tiempo, esfuerzo y resiliencia. Es probable que algunos trabajadores enfrenten dificultades para adaptarse a esta nueva realidad. Por ello, es crucial que los programas de apoyo incluyan componentes de acompañamiento psicológico, para ayudar a los trabajadores y sus familias a lidiar con la incertidumbre que conlleva este proceso.