Opinión

85 años del Pacto Germano-Soviético

Por: Diario Concepción 22 de Agosto 2024
Fotografía: Cedida

Froilán Ramos Rodríguez
Departamento de Historia y Geografía UCSC

El 23 de agosto se cumplirán 85 años del Pacto de No Agresión Germano-Soviético de 1939, también conocido por Tratado Ribbentrop-Molotov, que estableció un acuerdo entre la Alemania Nazi y la Rusia Soviética mantener la neutralidad de ambos Estados ante una eventual contienda. Las implicancias de este documento fueron enormes, el inicio de la Segunda Guerra Mundial, con sus repercusiones en pérdidas de vidas humanas, y el reparto de Polonia, uno de los países que más sufrió de este conflicto y sus consecuencias.

En los años treinta, dos de los dictadores más poderosos de Europa, Adolf Hitler y Josef Stalin, ambos a la cabeza de regímenes totalitarios antagónicos entre sí, el nacionalsocialismo o nazismo y el comunismo, lograron llegar a un acuerdo que garantizaría la paz entre ambos. Dicho acuerdo parecía impensable en su tiempo, nazis y comunistas pasaron de enemigos ideológicos a aliados en la división de Polonia, a través de un protocolo secreto firmado en este pacto.

Lejos de los que se pudiera pensar, tanto Hitler como Stalin eran dirigían sistemas de violencia política, con aspiraciones territoriales, y sin respeto por la vida humana. De modo que, las diferencias ideológicas pasaron a un segundo plano a la hora de poder “ganar tiempo”, mientras ambos se preparaban para la guerra, a costa del reparto del territorio polaco entre los dos países. Este pacto permitió a los alemanes invadir Polonia en 1° de septiembre de 1939, con la garantía de que los rusos, por su parte, también invadirían el país por el este. Las fotografías del encuentro entre los comandantes alemanes y soviéticos atestiguan el momento de consumación del tratado.

Con la caída de Polonia, el mundo entró en una conflagración global, que se extendería por casi seis años, y que acabaría con la vida de millones de personas. Los polacos vivieron fuertes experiencias, como la ocupación militar de su territorio, la división del país, o la masacre del bosque de Katyn en 1940, en el que las autoridades rusas fusilaron sumariamente a más de veinte mil polacos, entre otros. Después de la Segunda Guerra Mundial, Polonia fue “liberada” por la Unión Soviética que estableció un régimen comunista, de partido único, bajo control soviético, que se mantuvo hasta las protestas ciudadanas masivas de 1989.

Desde 2019, la Unión Europea, y especialmente Polonia, ha declarado la importancia de la memoria histórica europea, y también de la humanidad, sobre los crímenes cometidos por sistemas totalitarios, los regímenes comunista y nazi.

Precisamente, en el mundo globalizado de hoy, la historia y la educación tienen el mérito y el valor de recordar el pasado, para reflexionarlo, y para avanzar en la construcción de un futuro compartido como humanidad.

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