Una vez más, hacia la resiliencia

21 de Agosto 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Alberto Texido

Alberto Texido
Consejero del CPI

Miles de personas permanecieron sin energía eléctrica durante días, lo que nuevamente evidencia la fragilidad de nuestras ciudades. ¿Fallas de las empresas? ¿Falta de regulación de la autoridad? Más allá de las dudas que deja este episodio, es necesario entregar algunas ideas que permitan acciones prácticas para evitar y adaptarnos, hacia alcanzar la resiliencia necesaria.


El soterramiento gradual de tendidos eléctricos de mediana tensión parece el primer acto inevitable, con el fin de que cualquier evento meteorológico dañe menos los sistemas, tal como lo vimos en varias comunas. Sabemos que se requiere inversión, pero ante un volumen de compensaciones y multas aún indefinidas, parece ineludible que las municipalidades, el gobierno regional y los privados respondan a esta demanda, en especial en las zonas que han estado más tiempo sin energía como Lampa, Pudahuel, Maipú y Colina, entre otras.

Por su parte, el arbolado urbano -tan indispensable en su rol biológico, generando sombras que bajen la temperatura y absorción de carbono en medio de un escenario de cambio climático-, también debe tener un profundo análisis, detectando los lugares donde se emplazan, con bajo consumo hídrico, tipo de especie instalada e identificar si esta requiere ser cuidada o retirada. Parece necesaria la opción en que en una vereda estén ubicados los árboles y en otra, los tendidos, con el fin de que haya menos puntos de contacto. Con todo, la flora en las urbes debe ser abordada de manera global, bajo una mirada que puede estar centrada en los gobiernos regionales. A su vez, el retiro de los cables -y que comience a operar el plan “Chao cables”- debe acelerarse, para lo que se requiere personal especializado y coordinación pública con las empresas.


Un punto obligado que ha surgido en esta discusión es el rol que deben tener las compañías, pues debemos señalar que la rentabilidad del sector debe también resguardar beneficios locales. De esta manera, la responsabilidad social es relevante, por lo que debe haber un plan estratégico de soluciones que se debe exigir a los privados y que este opere de forma inmediata, aprendiendo de esta crisis tal como lo hemos hecho antes con la aplicación indudable de la norma sísmica o los sistemas ya materializados de limpieza, sectorización y respaldo de los sistemas sanitarios. Con todo esto, ¿quién tomará el rol coordinador de esta enorme tarea, privilegiando la conveniencia de una planificación coordinada? Superando la queja inconducente, hoy tiene un lugar preponderante el liderazgo que puedan asumir las nuevas autoridades regionales y comunales electas en octubre próximo para priorizar la ciudad con planes y propuestas preventivas rápidas. Proteger nuestra infraestructura crítica resulta indispensable y es tarea de todos los actores resolver las indefiniciones y aportar propositivamente en su solución.