Opinión

Ed. Técnico Profesional, motor del desarrollo

Por: Diario Concepción 14 de Agosto 2024
Fotografía: Cedida

Roger Sepúlveda
Vicepresidente de la Corporación de Estudio de la CPCC

La educación técnico-profesional (ETP) en Chile se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico y social del país. Este tipo de educación no solo proporciona habilidades prácticas y especializadas, sino que también fomenta la empleabilidad y la innovación, aspectos cruciales para enfrentar los desafíos del futuro.

En primer lugar, la ETP es esencial para la formación de profesionales altamente capacitados en áreas técnicas y prácticas. Según datos del Ministerio de Educación, en 2022, aproximadamente el 40% de los estudiantes de educación media en Chile optaron por la modalidad técnico-profesional. Esta cifra refleja la creciente demanda y reconocimiento de la importancia de esta formación en el mercado laboral.

Además, la ETP contribuye significativamente al crecimiento económico del país. Un estudio de la Agencia de Calidad de la Educación revela que los egresados de la educación técnico-profesional tienen una tasa de empleabilidad del 70% en el primer año tras su graduación. Este alto índice de inserción laboral no solo beneficia a los individuos, sino que también impulsa la productividad y competitividad de los sectores clave de la economía chilena.

La innovación es otro aspecto crucial impulsado por la ETP. La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en 2018 ha sido un paso significativo para integrar la educación técnico-profesional en el ecosistema de innovación del país. Entre 2018 y 2022, se observó un aumento en las políticas públicas que incluyen a la ETP como actor clave en la promoción de la innovación. Este enfoque no solo prepara a los estudiantes para enfrentar los retos del mundo laboral actual, sino que también los capacita para ser agentes de cambio y desarrollo en sus respectivas áreas.

Sin embargo, a pesar de estos avances, existen desafíos que deben ser abordados para maximizar el impacto de la ETP en el futuro de Chile.

La brecha de articulación entre la educación técnico-profesional y el sector productivo es uno de los principales obstáculos. Es necesario fortalecer la colaboración entre instituciones educativas y empresas para asegurar que la formación impartida esté alineada con las necesidades del mercado laboral.

En conclusión, la educación técnico-profesional es un componente vital para el desarrollo de Chile. Su capacidad para formar personas competentes, impulsar la economía y fomentar la innovación la convierte en una herramienta indispensable para enfrentar los desafíos del futuro. Es imperativo que se continúen implementando políticas públicas que fortalezcan este tipo de educación y que se promueva una mayor colaboración entre todos los actores involucrados para asegurar un desarrollo sostenible y equitativo para el país.

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