Las comunidades y el derecho deben adecuarse a los requerimientos del momento histórico que vivimos.
Dra. Amaya Alvez Marin
Abogada- Colectiva Justicia en Derechos Humanos
Las recientes lluvias y vientos han dejado a miles de compatriotas sin luz eléctrica. Ello ha traído innumerables dificultades además de la inquietud respecto de nuestros sistemas regulatorios de provisión de servicios básicos.
Una primera pregunta es la división de responsabilidades entre el Estado y las empresas eléctricas. Un segundo tema es explorar si el que los sistemas en Chile sean aéreos y no subterráneos, y por ende expuestos a eventos climáticos es una razón poderosa para exigir su soterramiento. También, la responsabilidad de podar árboles por parte de propietarios, empresas concesionarias eléctricas y municipios.
Las comunidades y el derecho deben adecuarse a los requerimientos del momento histórico que vivimos.
Este fenómeno se denomina cambio climático, y es un proceso que impactará nuestras vidas, y que nos hace vulnerables. Ello requiere una gestión por parte del Estado y de los particulares en la provisión de bienes públicos.
Muchos abogarán por cambios legislativos, pero quizás debemos primero examinar las normas existentes en materia de provisión de bienes básicos y hacer efectiva las responsabilidades junto con la necesaria preparación ante eventos climáticos futuros.
Estas lluvias y vientos de intensidad han sido acompañadas de un extraño fenómeno en la Antártica, la denominada oscilación antártica, que marca la intensidad de los vientos en esa zona y que mantiene confinado el aire frío antártico. El resultado de este fenómeno podría significar que masas de aire frío o tormentas impacten a Chile continental. Esto también ha sido acompañado de una ola de calor en la Antártica de hasta 20 grados Celsius lo que lógicamente afectan el derretimiento de los hielos y significa valores récord registrados este siglo.
El llamado es a trabajar por un principio de justicia intergeneracional, para permitir una buena vida sobre el planeta. La juventud ve estos eventos futuros y ciertos asociados al cambio climático con gran preocupación y por ello debemos estar a la altura de nuestras responsabilidades como ciudadanos, empresarios y Estado.