Pablo Gaete Villegas
Magíster en Arte y Patrimonio UdeC
Director Balmaceda Arte Joven, Biobío
A fines de año 2022, Uneso proclamó el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032), presentando un Plan de Acciones para llamar la atención sobre la perdida de sistemas de comunicación originarios y trabajar en su preservación y vitalización. Todo ello con el propósito de sensibilizar a la comunidad internacional sobre la crítica situación de las lenguas indígenas en el mundo y movilizar a los países para que adopten medidas inmediatas de salvaguarda.
Según datos de la propia organización multilateral, un 40% de las más de 6.000 lenguas que se hablan en el mundo están amenazadas de extinción a largo plazo debido a la falta de hablantes. Demás está señalar las graves consecuencias que esto tendría para la diversidad cultural poniendo en riesgo saberes y conocimientos milenarios para la humanidad.
Hace un par de años, el Centro de Estudios Públicos, CEP a propósito de la publicación de una nueva edición del libro Mapudungun, el habla mapuche, señalaba también con preocupación que “el mapudungun aún no es una lengua moribunda, pero está clara y seriamente amenazada”. La desaparición de culturas y lenguas indígenas es un hecho doloroso que ya conocimos en nuestro país. La enorme tragedia social y cultural que significó el exterminio de los pueblos fueguinos del sur a fines del siglo XIX y principios del XX debería ser una alerta y una advertencia para evitar nuevamente estas irremediables pérdidas civilizatorias. Por ello resulta esperanzador y muy significativo ver como futbolistas de Paraguay se comunican en lengua guaraní o cuando una joven parlamentaria de Nueva Zelanda realiza un rito en lengua maorí en el centro de las decisiones políticas de su país.
Por todo lo anterior, resulta muy relevante en este ámbito, la iniciativa que lleva adelante en nuestra región el Centro de Estudio Territoriales e Interdisciplinarios, CETI, en conjunto con el Observatorio Social de Educación, ambas instancias pertenecientes a la Universidad del Biobío.
El proyecto, que forma parte del programa El Mapudungun como Patrimonio Cultural de la Región de Biobío, consiste en realizar actividades de difusión, visibilización y sensibilización sobre la importancia cultural y patrimonial de la lengua del mapudungun y su enseñanza, de manera de fortalecer el diálogo intercultural, así como la comprensión por parte de la sociedad chilena de la cosmovisión del pueblo mapuche y su manera de entender el territorio.
Lo interesante de esta iniciativa es que incorpora a este dialogo, no sólo a comunidades educativas sino también a la sociedad civil. Ya se realizó en Lota, en el Centro Cultural Pabellón 83, la primera de tres jornadas de sensibilización suscitando gran interés en estudiantes, profesores y dirigentes de organizaciones locales participantes. Se proyectan otras dos jornadas similares, una en la provincia de Arauco y otra en la provincia de Biobío.
En cada una de ellas participa como invitado/a una líder de opinión del pueblo mapuche, que puede ser una artista, escritor o académica que entrega un testimonio personal en relación a su experiencia con el mapudungun, generando un diálogo intercultural y despertando interés por un mayor conocimiento de esta lengua. No nos cabe duda que iniciativas como estas aportarán significativamente al desarrollo cultural y a la cohesión social de nuestra región.