Diego Valenzuela Martínez
Estudiante de Derecho UdeC
Ayudante Centro de Estudios Europeos UdeC
“Cuanto mayor sea la tasa de aprobación del presidente Trump, más peligroso se volverá. Su popularidad dependerá de la coyuntura económica, así como de eventos contingentes”. De esta forma comentan los profesores Levitsky y Ziblatt, en su bestseller Cómo Mueren las Democracias, analizando la aparición de Trump como actor político hasta su primer año de mandato en la Casa Blanca.
El lunes 15 de julio, Donald Trump, fue nombrado oficialmente como candidato presidencial del Partido Republicano en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee. Sólo dos días después del ataque armado que sufrió durante un discurso de campaña en el estado de Pensilvania, y del que salió ileso salvo por una oreja herida.
El ataque sufrido por el exmandatario ha traído a la memoria un acontecimiento similar ocurrido el año 1981, en que se vio involucrado el expresidente Ronald Reagan, cuando al salir del Hotel Hilton en Washington, D.C recibió un disparo en su pecho. Evento del cual sobrevivió, luego de ser trasladado al hospital y de una operación urgente.
Una de las consecuencias políticas inmediatas del ataque a Reagan fue un aumento en ocho puntos de su aprobación en las encuestas (GALLUP), pasando de un 60% a un 68% de aprobación de su trabajo.
En el paralelo con Trump es esperable un resultado similar, o al menos una percepción heroica de sí; más aún si observamos las imágenes de él luego del ataque: de pie, con la mano derecha empuñada en alto mientras es llevado a la fuerza a un vehículo por su seguridad.
Así el candidato se puede ver favorecido en su carrera a la presidencia, erigiéndose como un líder sobreviviente a ataques antidemocráticos como el que vimos el sábado. A esto hay que sumar la “persecución política” que denunció en el contexto de una de las múltiples acusaciones penales que se han llevado en su contra.
Los mismos autores, quienes analizan críticamente la tendencia de Trump a quebrar las reglas no escritas sobre las que descansa la democracia estadounidense, recomiendan la construcción de una amplia coalición prodemocrática para hacerle frente. Para esto se requiere un candidato con la suficiente fuerza política que se le contraponga. En consecuencia, la decisión que adopte el partido Demócrata en las próximas semanas y la reconsideración de Joe Biden como su carta presidencial será esencial en quien resultará electo en las próximas elecciones de noviembre.