Opinión

La primacía del trabajo

Por: Diario Concepción 17 de Julio 2024
Fotografía: Cedida

Pedro Vera Castillo
Delegado Junta Nacional PDC

En un documento hecho público, el Frente Nacional de Trabajadores de la Democracia Cristiana interpela no sólo a nuestro partido, sino que a toda la sociedad chilena. Recuerdan que resolver los problemas del trabajo y de los trabajadores es vital para alcanzar un verdadero desarrollo económico y social y crear una sociedad con mayor justicia social.

Desde su fundación, como Falange Nacional, la Democracia Cristiana reconoció en el trabajo su primacía, respecto de cualquier otro factor, incluido el capital. Al mismo tiempo, valoró el trabajo que permite alcanzar niveles superiores de dignidad y realización para la persona humana. Así, cuando fue gobierno bajo la conducción del presidente Frei Montalva, fortaleció como nunca la sindicalización de los trabajadores con énfasis en la sindicalización campesina: los pobres y olvidados del campo. Ya en tiempos de dictadura, nuestros dirigentes sindicales Rodolfo Seguel, Manuel Bustos y María Rozas, y tantos otros, dieron ejemplo de lucha y de coraje encabezando las primeras movilizaciones sociales y creando los espacios de trabajo unitario, para reconstruir las organizaciones de los trabajadores, organizar la resistencia a la dictadura y avanzar en la recuperación de la democracia. ¡Tenemos una historia hermosa de la cual enorgullecernos en nuestro compromiso con el mundo del trabajo y los trabajadores!

Pues bien, en este un documento, los Trabajadores DC nos interpelan y denuncian que, en general, nuestra dirigencia y nuestros parlamentarios, han abandonado hoy esta historia y este compromiso. El documento atribuye a esta inconsecuencia y a este abandono de las banderas de los trabajadores, y en general de los más vulnerables, la crisis de representación política y el deterioro electoral que vive hoy nuestro partido, mientras unos pocos al interior de la DC, con el apoyo de la derecha y de los que se han ido, intentan convencernos de que este deterioro deriva de nuestro “acercamiento a la izquierda”. Los trabajadores, con lucidez, apuntan a las causas políticas verdaderas de nuestra crisis.

Señalan: “¿Qué razón puede tener un partido que agoniza para no leer su historia y darse cuenta de que fue grande cuando defendía los derechos de los hombres y mujeres trabajadoras y de los más vulnerables y, no cuando solo pregona la necesidad de los acuerdos, como si ello arreglara la situación miserable en que sigue viviendo una proporción muy alta de todas y todos los chilenos?”.

Nos invitan a reconstruir “un partido de vanguardia”, como nos enseñó Jaime Castillo, capaz de liderar y de trabajar lealmente con todos para producir las grandes transformaciones pendientes: no sólo en el ámbito del trabajo como la negociación colectiva por rama de actividad y el trabajo decente, sino que, en el campo de la previsión social, la salud, la educación y un nuevo modelo de desarrollo que reemplace al neoliberalismo con sus inequidades cada día más insoportables.

Es urgente legitimar nuestra democracia, escuchemos y actuemos

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