Norberto Solís de Ovando Villagrán

23 de Junio 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Diario Concepción

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador Histórico


Norberto Solís de Obando fue un distinguido educador a quien la Provincia de Concepción, a mediados del siglo XIX, le debía mucho por su entrega y compromiso en aras de la educación provincial. Se casó en Concepción, con Parmenia Francisca Cárdenas Soto, el 24 de diciembre de 1886.

De él se sabe que realizó sus estudios en el Liceo de Concepción y que se registra su llegada a Tomé en abril de 1853, con un decreto firmado el 29 de marzo del mismo año por la presidencia de Manuel Montt, con el cual se crear la primera Escuela Elemental de Instrucción Primaria para hombres de la ciudad de Tomé, nombrando a Solís de Ovando en su preceptor.


A su llegada, toma contacto con las autoridades locales, con el delegado del Departamento de Coelemu, con sede en Tomé, a la cabeza. Los vecinos prontamente se enteran de la llegada de un preceptor al lugar, ganándose el respeto y la curiosidad, ya que en Tomé era la primera vez que contaban con la oportunidad de conocer a uno.

Es así como Norberto Solís de Ovando cuenta de manos de las autoridades con una sala de clases provisoria para partir con la enseñanza local.


Tres meses más tarde, el 12 de julio de 1853, los vecinos Juan de Dios Maldonado y Rosa Pineda, firman en la Notaría de Tomé la escritura pública donde donan el terreno para edificar la escuela definitiva, que más adelante se nombrará como Escuela Modelo Nº 1, en el mismo lugar donde está ubicada hoy la escuela República del Ecuador. Sin duda, este hito vino a cambiar la dinámica del pueblo, dando un empuje para el progreso, ya que la creación de este plantel permitió que los niños pudiesen asistir a la escuela y recibir educación formal.

En 1858, el visitador de escuelas provincial, Bernardino Ahumada, postuló a Norberto Solís de Ovando al premio anual de educación popular, donde quedó tercero en la terna propuesta por el consejo Universitario. En carta al ministro de educación pública, fechada el 16 de septiembre de 1858, donde lo presentaba para el premio, Ahumada destacó lo siguiente: “Cuando se hizo cargo de la escuela, carecía de útiles, pero el avance de sus alumnos y su persuasión, hicieron que los vecinos contribuyeran prontamente para llenar esta necesidad. Enseña ramos que no son obligatorios en el Reglamento, y por más de un año, desempeñó gratuitamente clases de gramática castellana y aritmética en una escuela de niñas de la localidad. Hace dos años estableció de su cuenta una escuela para adultos, asistiendo regularmente cincuenta de ellos por la noche. Fue nombrado bibliotecario de la Biblioteca Popular, la que dirige con el mismo celo”.


En la misma misiva agregó, “es un modelo de enseñanza, representando al ideal de hombre honrado, hijo obediente, ciudadano íntegro y laborioso”.

Años más tarde, Solís de Ovando asumió la responsabilidad de visitador de escuelas de la Provincia de Concepción, función que ejerció por casi cuarenta años. Fue el encargado de controlar, promover y administrar la educación, así como de buscar la eficiencia y mejorar la enseñanza. Realizaba visitas periódicas a las escuelas municipales, conventuales y fiscales, manteniendo una ardua vigilancia, no solo a los preceptores, sino también a los padres, para convencerlos de enviar a sus pupilos a la escuela. También, realizaba los informes y memorias que debía dirigir al intendente con todos los detalles de asistencia, estado de los establecimientos, avances del alumnado, presupuestos y otras variadas consideraciones necesarias para dictar la enseñanza.


Norberto Solís de Ovando Villagrán falleció en Concepción, el 11 de marzo de 1900 a los 62 años. Es recordado por su distinguida y meritoria carrera al servicio público, principalmente en la educación de la provincia.