Patricio R. Mulgrew Collao

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía Investigador Histórico

Patricio R. Mulgrew Collao, nació en Valparaíso en 1858, sus padres fueron Patricio Mulgrew y Mercedes Collao. Fue el mayor de cuatro hermanos, seguido por su hermana Laura, María Mercedes y su hermano Guillermo.

La familia Mulgrew ya era residente en la capital del Biobío para el año 1866, lugar donde Patricio R. Mulgrew es considerado, por algunos, uno de los grandes empresarios penquistas del siglo XIX, quien ayudó a modernizar a la ciudad de Concepción dada su gran vocación por el servicio público.

En 1883 fue un agente comisionista establecido que representaba en la ciudad a fábricas extranjeras y nacionales, entre ellas el alumbrado “Lux”, recién inventado en la época y de hermoso efecto visual. También fue agente de variadas compañías de seguros nacionales y extranjeras; así como en compra y venta de acciones, bonos y propiedades, contratación de préstamos y conversión de deudas hipotecarias. Poseía, además, consignaciones en sus bodegas de Concepción y Talcahuano, en el sector El Morro, para realizar sus ventas.

El 13 de abril de 1883 fue uno de los socios fundadores de la primera Compañía de Bomberos de Concepción. Cinco años más tarde, el 5 de abril de 1888, fue voluntario y fundador de la Cuarta Compañía de Bomberos de Concepción, en la que, además, asumió el rango de capitán llegando a ser su director en 1892.

Mulgrew es recordado por ser uno de los más respetables caballeros en sus operaciones comerciales. Como empresario y contratista, destacó con la firma Mulgrew y Cía., a través de la cual tuvo, entre otras cosas, la administración del recurso de agua potable. En 1887, mediante un Decreto Supremo, se aprobó el contrato entre el municipio y los señores Martindale y Mulgrew que permitía llevar agua potable a la población. Ya solo en 1901, se realizó el traspaso de la gestión directa del recurso hídrico al municipio.

Otro aporte importante realizado por Mulgrew en Concepción, fue la colocación de adoquines en las principales arterias de Concepción, como calle Comercio, Castellón, Cochrane, Prat, entre otras. Estas obras se desarrollaron entre 1890 y 1892. Los adoquines eran traídos desde las localidades de Gomero, en Hualqui, y el fundo Buenuraqui, siendo este último de su propiedad.

En su búsqueda de progreso, ofrece en 1886 instalar alumbrado eléctrico para todo uso en Concepción, solicitando, además, permiso para la colocación de postes y soportes para los techos con alumbrado a gas, el que alumbró por primera vez la ciudad en 1871, partiendo por las calles más céntricas.

Fue miembro del directorio del Ferrocarril Urbano de Concepción en 1886, año en que se inauguró, pasando prontamente a ser su gerente general, cargo que mantuvo por varios años. Entre otros de sus puestos y nombramientos, destacan el haber sido administrador del Cementerio de Concepción, vicecónsul del Brasil en 1906, socio de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), entre 1903 y 1904. También fue presidente del primer directorio formal del Club Hípico de Concepción en 1894, cuya inauguración se llevó a cabo en marzo de 1895 en el sector La Pampa, lugar donde funcionó hasta 1907.

Presidió en 1902 el comité para realizar la Exposición Industrial y Agrícola de Concepción, organizada por la Sociedad Agrícola del Sur, la cual también dirigía. En 1897, y siendo director de esta sociedad, junto a la Escuela de Agricultura, se interesó en la experimentación con el salitre, sumándose así al plan de propaganda en Chile para su uso masivo.

A principios del siglo XX, Mulgrew poseía un mercadito en calle Maipú con Arturo Prat. Este empresario, al cual la ciudad de Concepción le debe tantas realizaciones, falleció en la capital penquista el 20 de febrero de 1916, a la edad de 56 años.