Javier Sepúlveda Estrada
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales
Ayudante CEE UdeC
El mundo está cambiando a pasos agigantados. Es innegable que las tendencias de los últimos años – como el aumento de la temperatura global, la desaparición de glaciares y la creciente destructibilidad de los desastres naturales – se han consolidado de manera alarmante. En este contexto, y junto a un escenario global marcado por una geopolítica complicada y cambiante, se ha vuelto un imperativo urgente alcanzar consensos climáticos duraderos en tiempo récord.
En este sentido, la próxima semana, los Estados se reunirán en Bonn para una conferencia climática clave como preparación para la COP29, que este año tendrá a Azerbaiyán como país anfitrión. En esta reunión, deberán abordar años de promesas incumplidas y apoyo financiero insuficiente, con el fin de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, que está pronto a cumplir una década desde su adopción.
Pero, ¿qué nos espera en Bonn que pueda ser importante para Bakú? Tres tópicos serán los relevantes en estas discusiones, pero todos conectados respecto al financiamiento. Esta es la reunión en donde se debe concretar la Nueva Meta Colectiva Cuantificada (o financiamiento post 2025) que deba movilizar más de 100 mil millones de dólares en acción climática; desarrollar nuevas NDC’s que sean realistas de acuerdo al GST y al objetivo de no superar los 1,5 C°; y avanzar más rápido en la operativización del Fondo de Pérdidas y Daños. Sin embargo, todavía persisten varias divergencias entre los países, incluidos aspectos básicos de la cantidad, la base de contribuyentes, el acceso, objetivos, modalidades y el cronograma para lograr los objetivos establecidos.
Pero existe otro tema que resulta relevante a la hora de mirar estas negociaciones: la hipocresía. ¿Está Azerbaiyán verdaderamente comprometido en ejercer un liderazgo climático, siendo que su economía se basa en la exportación de crudo y de gas? ¿Existe aquel compromiso, cuando se nombró como Presidente de la instancia a Mukhtar Babayev, ex directivo de la principal empresa petrolera del país? ¿Estarán los países de acuerdo –de una vez por todas – en poner por escrito que se debe avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles? Habrá de estar atentos al actuar de todos los Estados, ya que las acciones y compromisos adoptados tendrán repercusiones significativas en la lucha contra el cambio climático, y no podemos conformarnos con una nueva postergación de los resultados.