Pedro Cisterna Osorio
Académico UBB
La discusión en torno a una alternativa de gobierno para la Región ha estado centrada como siempre en los candidatos, nada nuevo bajo el sol, lo que es al menos majadero, repetitivo y carece de empatía con los que habitamos esta región y muy probable que este sucediendo lo mismo en las otras regiones.
Seria mucho mas fructífero y esperanzador que discutiéramos de proyectos de Región, que atienda a lo coyuntural y urgente, pero sin descuidar la mirada de largo plazo. Se requiere hacer un balance objetivo de la actual gestión, donde se corrijan los errores y se rescaten los aciertos, desde esa plataforma plantear propuestas concretas necesarias y alcanzables en un plazo de cuatro años, también abordar proyectos estructurales de mayor envergadura que trasciendan un periodo de gobierno con el objeto de tener objetivos país dentro de los límites de nuestra región.
Lo anterior permitiría orientar el debate a una discusión que aborda las problemáticas existentes y que desde la misma se plantean soluciones a los temas que nos agobian, por tanto, la calidad del debate se mejoraría sustancialmente. La política no se puede nutrir solo de las críticas y la descalificación hacia el adversario que ha sido la moda de los últimos años, sino de la conquista de voluntades a partir de ideas y proyectos que sean convocantes y convincentes, que estén sustentados en la razón y en el sentido común ciudadano.
Se debe tener claro que la construcción de obras civiles necesarias y pertinentes de distinta naturaleza, la implementación de programas culturales y científico-tecnológicos, elaboración de estrategias de desarrollo adecuados etc., requiere de reflexiones previas, consultas a la ciudadanía a través de mecanismos de participación democrática, diagnósticos técnicos económicos rigurosos, analizados y estudiados con profundidad y finalmente elaboración de propuestas concretas y viables.
Es de esperar que se dé un giro brusco al debate y abordaje de lo que debe ser la gobernanza regional, todavía estamos a tiempo, los actores políticos, sociales y la ciudadanía deben promover una dinámica constructiva, propositiva, que abra la ventana de un ejercicio político que piensa en como potenciamos la construcción de una región sustentable en todas las dimensiones y que progresa sostenidamente.