Proteger la Niñez, Fortalecer la Familia

22 de Mayo 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida.

Marcelo Sánchez
Fundación San Carlos de Maipo

La importancia de la familia en el desarrollo de la niñez ha sido reconocida tanto a nivel nacional como globalmente. La familia es el primer lugar en que un niño aprende a relacionarse con los demás, a desarrollar habilidades sociales y emocionales y a construir su identidad. Es al interior de la familia donde los niños se sienten protegidos, acogidos y apoyados, lo que les permite crecer de manera sana, equilibrada y libre de violencia. La legislación nacional e internacional ha consagrado el derecho preferente de los padres y cuidadores a velar por la protección de los niños. Hoy vemos cómo peligrosamente el crimen organizado y el narcotráfico acecha a la niñez de manera brutal y es urgente instalar una Agenda Temprana de Prevención que fortalezca nuevamente la Familia, la escuela y la comunidad.


La Convención sobre los Derechos del Niño establece que los Estados deben garantizar que los niños tengan el derecho a vivir en familia, a ser cuidados y protegidos por sus padres o tutores, y a recibir amor y afecto. Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el derecho a la protección de la familia como un derecho fundamental. Sin embargo, en ocasiones los padres o cuidadores no pueden cumplir con su rol de protección y cuidado de los niños, ya sea por situaciones de violencia, abandono o negligencia. En estos casos, es responsabilidad del Estado intervenir para garantizar que los niños puedan vivir en un ambiente seguro y protector. El Estado tiene la obligación de restablecer el derecho de los niños a “vivir en familia”, ya sea a través de medidas de protección, como la separación temporal del niño de su familia biológica, la colocación en familias de acogida o la adopción, cuando es imposible la reunificación familiar.

Es fundamental que el Estado cumpla con su rol de protección de los niños y garantice que puedan vivir en un entorno familiar seguro y protector, y para ello el Comité de Derechos del Niño y la Asamblea de Naciones Unidas han elaborado directrices y establecido acuerdos para evitar la internación de niños en el sistema residencial, relegando este tipo de cuidados alternativos a una última ratio, atendido a los graves efectos en el desarrollo emocional y cognitivo producto de la institucionalización. Asimismo, nuestra legislación recoge esta urgencia en la Ley de Protección Integral y la del Nuevo Servicio de protección, instando en la desinternación inmediata de niños de 0 a 3 años. Para ello es relevante avanzar en fortalecer los modelos de acogimiento familiar transitorio con distintos niveles de especialización de acuerdo con requerimientos y perfiles de Niños en cuidados alternativos. Así también, se hace necesario fortalecer los modelos para la reunificación familiar, lo que implica la implementación de políticas y programas que promuevan el fortalecimiento de las familias de origen o extensas, la prevención de la violencia infantil y el apoyo a los padres en el ejercicio de sus responsabilidades en un circuito oportunamente sincronizado con la protección administrativa que brinde la operación de las oficinas locales de la Niñez, desde allí es importante que se garantice el acceso a servicios de salud, educación y protección social para todos los niños, independientemente de su situación familiar.


La familia juega un papel crucial en el desarrollo de la niñez, y es responsabilidad de los padres, cuidadores y del Estado garantizar que los niños puedan vivir en un ambiente seguro y protector. Esperamos que la Política Nacional de Cuidados comprenda esta necesidad y refuerce en particular el apoyo al fortalecimiento del acogimiento familiar.