Opinión

La siesta corta

Por: Diario Concepción 03 de Mayo 2024
Fotografía: Francisco Gatica

DR. FRANCISCO GATICA NEIRA
Economista Observatorio Corbiobio Académico UBB

Estas últimas semanas han sido clave para Huachipato. La salvaguardia del 24,9% se ajusta a lo requerido por la empresa. Paralelo a esto, el Gobierno anunció que está construyendo un plan de fortalecimiento para la industria del Biobío.

Está claro que existe un dumping de parte del acero chino y que las medidas de protección chilenas están en línea con lo que están tomando en otros países, por ejemplo, México (25%), EE.UU. (Biden evalúa al 25%), Unión Europea (17,2% – 29%), entre otros.

En la discusión hubo algunos actores que decían que no era necesario una medida de protección al acero nacional y que tenía que operar el mercado por sí solo, haciendo caso omiso a los altos impactos en el empleo y en la base productiva regional.

La protección del acero chile- no, no fue un acuerdo unánime. Cuando a los defensores del mercado se les pregunta por el largo plazo y la probabilidad que China pueda subir arbitrariamente el precio del acero, por su alto poder de negociación, la res- puesta es que tenemos que confiar en el funcionamiento de mercado y en su capacidad para resolver los problemas.

Debemos entender que cuando una gran empresa quiebra, no es sólo un problema de privados, sino que en la práctica es toda la red productiva territorial la que peligra. Pasamos de un problema de privados a un problema público. Lo mismo sucedió cuando quebró la Banca chilena en 1982, generando la deuda subordinada, o cuando quebró la actividad pesquera en la crisis del jurel en 1997, o cuando se generó una operación de salvataje a las Isapres, en el 2024, por alza unilateral de los planes, tema que se discute en el Congreso, por mencionar algunos ejemplos. Un amigo me enseñó que en “Chile los beneficios son priva- dos y las pérdidas son públicas”. Muchos se preguntaron, con justa razón, ¿Por qué salvar a Huachipato si ellos ya han tenido utilidades anteriores?, ¿Por qué la empresa no invirtió oportuna- mente?, ¿La empresa no hizo nada por renovar tecnología?, ¿Ellos no trabajaron oportunamente por solucionar las ineficiencias?, son preguntas correctas y válidas.

Hoy, más que nunca, Huachipato debe avanzar con más fuer- zas en producir acero con un mayor valor agregado: a partir del hidrógeno verde, con una mayor diferenciación, con renovación de tecnologías, más cercana a las industrias 4.0, en el fondo… innovando. También es fundamental aprovechar su base industrial para probar nuevas líneas de negocios (puerto y re- manufacturas).

Este mismo proceso de reinvención deben hacerlos los pro- veedores de Huachipato, en especial, aquellas empresas pymes manufactureras que tienen a la usina como cliente principal. En todos los frentes debe haber un importante proceso de reconversión de la mano de obra. Uno de los motivos que se esgrimió, a principio de los setenta, para destruir la industria sustitutiva importadora (loza, textil y manufactura) era que la protección arancelaria nacional no estimuló la mejora de competitividad de estas industrias. Lo que suceda finalmente con Huachipato será usado ideológicamente por algunos para atacar a los otros. La salvaguardia es una condición mínima, pero no es suficiente. Se necesita una mayor capacidad para combinar lo público y lo privado, para mejorar la competitividad sistémica de este sector industrial. No debemos mirar la realidad del 2024 con los ojos de la Guerra Fría. La cri- sis sigue ahí, sólo que tomó una siesta corta.

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