CAMILA BAÑALES SEGUEL
Colaboradora de Colectiva – Justicia en DD.HH
La conmemoración del Día del Trabajador nos invita a reflexionar sobre el papel de quienes laboran por el bienestar de la sociedad. Desde las ciudades no es muy conocido el invaluable rol de los/las trabajadores/as de los Comités de Agua Potable Rural (APR), especialmente en medio de la creciente escasez hídrica que enfrenta Chile.
La creación del Programa de APR en 1964 responde a compromisos internacionales para garantizar el acceso al agua en áreas rurales. Hoy en día, más de 1900 sistemas de APR abastecen al 99% de la población en áreas rurales concentradas, beneficiando a casi 2 millones de personas. Los APR deben cumplir con normativas para garantizar la caidad y continuidad del servicio, financiándose mediante presupuestos estatales y fondos concursables.
A pesar de su relevancia, los APR no tienen un estatus legal como servicios públicos, operando como entidades particulares. Esto significa que en cada localidad se conforma una organización comunitaria (comité o cooperativa), que se encarga de su gestión. Esta conexión directa con la comunidad muchas veces impulsa a los dirigentes y trabajadores a ex- tender su rol más allá de sus funciones jurídicas de producción y distribución del agua potable.
La labor de los APR es vital, frecuentemente convirtiéndose en pilares de solidaridad de desarrollo económico en sus comunidades. Por ejemplo, el APR de Ralco, Región del Biobío, proporcionó préstamos a sus socios para acceder a subsidios habitacionales y de riego. En la Región de Los Ríos, el APR de Mashue, se ha embarcado en la reforestación de microcuencas para conservar las fuentes de agua que abastecen a la comunidad. Estos ejemplos muestran el compromiso de quienes componen los APR por el bienestar común.
En época de crisis hídrica, el rol de los APR, sus dirigentes y sus trabajadores es más importante que nunca. A lo largo de Chile existen muchos ejemplos de su valiosa contribución. Mediante el ejemplo, enseñan cómo la colaboración comunitaria puede enfrentar desafíos ambientales y sociales. El sustento de muchas comunidades de- pende de la dedicación de estas personas a salvaguardar el recurso más vital: el agua.